El portavoz popular en el Parlamento vasco, Borja Sémper, una de las voces más moderadas del PP, en temas como el aborto, ha saltado por las palabras de la expresidenta de su formación, María San Gil, quien acusó este martes a Rajoy y a los suyos de “consentir la pesadilla” que se vive en aquella comunidad autónoma. “No podemos aguantar cualquier cosa. Hoy es eso, mañana decir que somos cómplices de ETA o que apretamos el gatillo", ha dicho Sémper. Y tiene razón, pero habría estado bien escuchar lo mismo cuando el PP, incluido Rajoy, acusaba a Zapatero de “traicionar a los muertos” y “revigorizar a ETA”.

Mañana dirán que apretamos el gatillo
En declaraciones a la SER, Borja Sémper se ha quejado de que las afirmaciones de María San Gil no se corresponden con la realidad y ha añadido de que "no podemos aguantar cualquier cosa”, porque hoy dicen eso y “mañana, que somos cómplices de ETA o que apretamos el gatillo (…) Una cosa es discrepar y otra proyectar sombras de sospecha".

Las palabras de San Gil son "indignas"
El dirigente del PP vasco ha considerado que las palabras de San Gil son "indignas" puesto que los políticos del País Vasco se enfrentan a "muchos retos, pero ETA no asesina", y ha recordado que “la pesadilla la vivíamos cuando teníamos que salir de casa y mirar debajo del coche".

Rajoy acusó a Zapatero de "traicionar a los muertos"
Borja Sémper no es un recién llegado a la política, a pesar de su juventud y era ya miembro del Parlamento vasco cuando en 2005 el entonces líder de la oposición, su líder político, Mariano Rajoy, lanzó a José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los diputados, acusaciones mucho más graves que las que les ha dedicado San Gil al PP. “Usted ha traicionado a los muertos” y “ha permitido que ETA recupere las posiciones que ocupaba antes de su arrinconamiento (…) Usted le ha dado a ETA lo que más podía querer en ese momento: volver a las instituciones, tener una representación legalizada, recibir subvenciones del contribuyente español", le dijo Rajoy al entonces presidente socialista, casi recién llegado a La Moncloa. ¿Por qué a Borja Sémper aquello no le pareció “palabras indignas”.

Gritos de asesinos contra Zapatero y Rubalcaba
Luego vinieron las acusaciones habituales del PP en su conjunto contra el Gobierno socialista, con especial virulencia en el Parlamento, y los gritos de “asesinos” en las calles contra Zapatero y el entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con la complicidad de los populares, por parte del sector de las víctimas del terrorismo que el PP tanto alentó en la oposición. El mismo que le acusa ahora de traicionarle. ¿Por qué Borja Sémper u otro cargo del partido no salió a decir que aquello no era justo, que el PSOE no era “cómplice de ETA” ni era el que “apretaba el gatillo”?.