Este jueves el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, viajaba hasta Berlín para asistir a un encuentro del Partido Popular Europeo (PPE). Un acto que el jefe de los populares aprovechaba para volver a intentar minar la imagen de España a nivel internacional, tildando al Gobierno de Pedro Sánchez de “radical” y “mentiroso”, entre otras lindeces.

Asimismo, Casado denunciaba ante sus compañeros del PPE que el Gobierno de Sánchez iba a hacer un mal uso de los Fondos Europeos. “¿Van a cumplir con lo que prometen en Bruselas o lo que promete en Madrid? ¿Va a hacer reformas estructurales para que nos den fondos en Europa o va a hacer contrarreformas estructurales para que le den los votos los de Podemos, los de ERC y los de Bildu?”, se preguntaba el dirigente popular.

Críticas de Casado aparte, el acto también servía para que el PPE despidiera de manera oficial a Angela Merkel. Un adiós que el PP quiso inmortalizar compartiendo en sus canales oficiales un breve vídeo del encuentro entre la canciller alemana y el propio Casado. La instantánea rápidamente se ha viralizado por la frialdad con la que la política bávara trata a su homólogo español, lo que ha provocado un sinfín de comentarios en las redes sociales.

"No hay reciprocidad en cuanto a la emoción"

En este sentido, ElPlural.com se ha puesto en contacto con José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, profesor del Centro de Estudios Financieros y autor del libro Tú habla que yo te leo (editorial Aguilar), quien tilda el encuentro de “curioso”. “Se nota quién manda. Se ve quién dirige el cotarro, mandando a las personas dónde se tienen que colocar. El centro es el puesto que lógicamente mayor protagonismo coge en cualquier imagen”, señala el entendido.

“Respecto al saludo, lo más llamativo es que no hay reciprocidad en cuanto a la emoción. Casado se le ve sonriente, feliz, alegre, mientras que Merkel le mira la cara pero no le sigue. Y es algo que es muy habitual en los seres humanos, reflejamos las emociones de los demás. Lo hacemos de manera innata. Cuando tú entras en una habitación, te miran y la gente sonríe, tú vas a sonreír. Es muy raro que no reflejes la emoción. Sin embargo, aquí Merkel no refleja”, destaca Ovejero.

“¿Puede sentirse extrañada por algo? Podría ser. Yo he estado leyendo por redes y demás lo del ‘¿y tú quién eres?’, yo a eso no puedo llegar a decirlo porque es demasiado aventurado. Pero si parece que ella no está tan feliz como él. No se la ve enfada ni triste, ni mucho menos, pero simplemente la alegría de uno no se refleja en el rostro de la otra. Parece que intenta sonreír un poco, pero solo por un lado. Las sonrisas asimétricas no son reales, suelen ser forzadas. Es cuando intentamos parecer alegres, pero es solamente para la foto”, añade el experto.

“El protagonismo es de ella todo el tiempo y se ve como él está mucho más preocupado por ella, que ella de él. Algo normal, una es la canciller alemana y el otro no deja de ser el líder de la oposición”, sentencia Ovejero.