La presidenta del PP de Euskadi, Arantza Quiroga, junto a la secretaria general del PP vasco, Nera Llanos (i), durante la rueda de prensa convocada de urgencia en el Parlamento Vasco de Vitoria. EFE



La presidenta del PP del País Vasco, Arantza Quiroga, ha anunciado hoy su decisión de dejar  el cargo y abandonar la política tras su frustrado intento de promover un acuerdo sobre convivencia en Euskadi que implicara a todos los partidos, incluido EH Bildu. Tras una semana de silencio,  Quiroga ha comunicado hoy su decisión tras su frustrado intento de promover un acuerdo sobre convivencia en Euskadi que implicara a todos los partidos, incluido EH Bildu.

Tras una semana de absoluto silencio, Quiroga ha comparecido hoy en la sede del PP de San Sebastián, donde ha explicado que dimite porque ha "fracasado" en su intento de "aunar voluntades" en su partido para pasar de la resistencia contra ETA a una posición de "influencia" en la política vasca, su gran objetivo desde que asumió, en mayo de 2013, las riendas de la formación. Se  confirma así lo que era un secreto a voces: la crisis en el seno de los populares vasco después de que Génova obligara a Arantza Quiroga a retirar la ponencia sobre Libertad y Convivencia presentada en el Parlamento Vasco y con la que la presidenta de los populares vascos pretendía un acercamiento a EH Bildu. En dicha propuesta se exigía a la izquierda abertzale el “rechazo expreso a la violencia” y no la “condena” lo que provocó la desautorización del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, quien, en declaraciones a la COPE, dijo que EH Bildu “sigue siendo el defensor de ETA” y que “no se puede renunciar” a exigirle “la condena expresa del terrorismo de ETA” y de su “historia criminal”. Veinticuatro horas después de haber presentado la ponencia, Arantza Quiroga la retiraba alegando que se había “retorcido” el espíritu de la misma.
"He tratado durante estos dos años de entender que el PP tenía que hacer una transición desde la resistencia hasta la influencia", ha explicado Quiroga, quien ha admitido que ha "fracasado en tratar de aunar voluntades detrás de este objetivo".

Se lo comunicó a Cospedal el pasado jueves.

Ante esta constatación, el jueves por la mañana comunicó a Cospedal su intención de dimitir, pero la secretaria general del PP le pidió que lo "meditara", no tomara decisiones "en caliente" y se diera unos días de reflexión, con el compromiso de hablar de nuevo ayer.
"A lo largo de estos días no he hecho más que reafirmarme en mi decisión de dimitir como presidenta del PP del País Vasco", ha confesado.
Su dimisión significa además el abandono de la participación activa en política, por lo que dejará también su escaño en el Parlamento Vasco y únicamente se mantendrá en el PP como militante.
Quiroga ha defendido el contenido de la moción que ha precipitado su renuncia, un texto que "volvería a presentar una y mil veces" porque está convencida de que "ese es el camino (...) Creo que el PP vasco, que ha sido la vanguardia de la lucha contra el terrorismo durante muchos años, y nos ha costado mucho, debe ser también la vanguardia en la búsqueda de la convivencia en libertad, en paz, desde la deslegitimación del terrorismo, desde la verdad y desde la justicia con las víctimas del terrorismo".
A su juicio, el texto de la moción "no era ninguna novedad para el PP", sino que recogía "pasos que ya se habían dado hace tiempo" cuando participó en la ponencia parlamentaria de paz de la legislatura anterior.
Ha indicado que está segura de que "aunque ahora no ha sido posible" dentro de un tiempo "se volverá a hacer" y espera que quienes dirijan en ese momento el PP vasco "tengan una mirada valiente para afrontarlo".

No ser un 'verso suelto'.

Aunque se ha mostrado en todo momento convencida de lo que hizo, ha explicado que descartó la posibilidad de mantener la moción porque pertenece a "una organización, que es el PP", y no aspira a "ser un verso suelto".
Quiroga, que aún no ha hablado con el presidente, Mariano Rajoy, ha negado que su partido le haya desautorizado en este asunto, sino que sintió que "se había desautorizado a sí misma" al retirar una iniciativa en la que creía, aunque ha admitido que "evidentemente" no contaba con el respaldo de todo el PP del País Vasco.
"Yo me aparto, yo me voy, pero este partido continúa, seguirá adelante porque hay proyecto y hay muchas personas dispuestas a liderarlo y sacarlo adelante", ha afirmado.
Ha pedido disculpas a sus compañeros y a los medios de comunicación por el mutismo de esta última semana, así como a todos los que se hayan podido sentir ofendidos o no hayan entendido sus intenciones políticas, en especial a algunas víctimas de ETA, a las que nunca quiso "herir".

Ha agradecido el "apoyo" recibido por la dirección de su partido, que intentó convencerla para que continuara, y ha dicho que no se arrepiente de haberse enrolado en el PP hace 20 años, "en esos momentos muy duros", tras lo que ha dado la bienvenida a "una vida diferente" alejada de la política activa.
"Nos vemos por las calles de San Sebastián y Hondarribia", se ha despedido, sin dejar de sonreir.

 

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