El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado sobre el comunicado del rey emérito en el que lamenta “sinceramente” los escándalos producidos por las informaciones sobre su fortuna en el exterior. El jefe del Ejecutivo, en una conversación informal con los periodistas en el avión con destino a Letonia, ha mostrado su insatisfacción con el escrito de Juan Carlos I y cree que “le debe una explicación a los españoles”.

Sánchez viaja este martes a Letonia, donde visitará la base de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) de Adazi. Lo hará junto al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Ante la insistencia de los periodistas en el avión, el jefe del Ejecutivo se ha pronunciado sobre el comunicado de Juan Carlos I, en el que se limitó a “lamentar sinceramente” los escándalos en torno a su fortuna opaca.

El presidente del Gobierno ha explicado que Moncloa tuvo conocimiento de esta misiva tan sólo unas horas antes de su publicación, desligándose de cualquier vinculación con la maniobra del Emérito. De hecho, ha argumentado que tan sólo fue informado del “sentido” y no del “contenido” del comunicado emitido por Juan Carlos I. Es más, el texto en sí lo que no ha terminado de satisfacer a Sánchez.

En tono serio, el líder del Ejecutivo se ha dirigido a los periodistas “acusando de recibo” el mensaje del Emérito, pero añadiendo que, a su parecer, el ex jefe del Estado “debe una explicación a los españoles”. Sánchez considera que las informaciones que se han conocido sobre su fortuna “no son de recibo”. Es más, incluso las ha calificado como “decepcionantes”.

Sánchez ha mostrado su perfil más duro a la hora de referirse al Emérito, dando un par de pasos hacia delante si se comparan con las palabras del resto de su gabinete. No es la primera vez que el presidente del Gobierno ha mostrado su malestar y “decepción” con Juan Carlos I, recalcando que espera más de él. Concretamente, una aclaración pública de su conducta durante los 40 años que estuvo al frente de la Jefatura del Estado. “Tiene que aclarar todas las informaciones que hemos ido conociendo y que recoge el informe de la Fiscalía, que retrata una serie de conductas”, ha puntualizado.

Insiste en que él no es quién para decirle al Emérito como acometer ese “debe” para con el pueblo, pues entiende que es tarea del propio Juan Carlos I o de la Casa Real en su defecto. Lo que sí ha dejado patente el presidente del Gobierno es que la posición de Moncloa pasa por que el ex jefe del Estado debería explicarse públicamente. Eso sí, también entiende como competencia de la Corona su futuro. Es decir, si vuelve o no a España. “Deben hablar entre los dos reyes”, ha apostillado Sánchez.

Carpetazo a la crisis

En otro orden de cuestiones, también han interrogado a Sánchez sobre el enésimo capítulo de discrepancias en el seno de la coalición. Sin embargo, el presidente del Gobierno ha resaltado que Podemos “ha rebajado” el nivel de críticas el lunes y da por cerradas las desavenencias con sus socios no sin haber trabajado codo con codo junto a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para moderar la crispación y el tono frente al envío de armas a Ucrania.

En este sentido, Sánchez quiere demostrar a la OTAN que el compromiso de España con la Alianza se mantiene intacto y cree que la cumbre de junio en Madrid puede ser un punto de inflexión, pues llegará en un momento clave.