El Gobierno ha arrancado oficialmente su andadura con la celebración del primer Consejo de Ministros, celebrado este miércoles por la imposibilidad de realizarlo el martes, día habitual, por la apretada agenda de los 22 escogidos por Pedro Sánchez con la promesa de sus cargos en Zarzuela y los numerosos traspasos de carteras celebrados en las sedes de los diferentes ministerios.

Los hombres y mujeres del presidente se han dejado fotografiar por las cámaras de forma organizada, perfectamente sincronizada y con una falsa imagen de naturalidad que es tónica habitual en el protocolo previo a la foto de familia. Las primeras en aparecer en escena han sido las cuatro vicepresidentas, por orden de rango, encabezando la delegación una Nadia Calviño con americana azul, europea, indicativa, quién sabe, de su próximo paso: la presidencia del BEI, en pugna con la danesa Margrethe Vestager.

Tras la llegada de la vicepresidenta primera, que retiene el ministerio a la espera de la votación definitiva para el organismo europeo, el resto de vicepresidentas y ministros han aparecido desde distintos flancos de los jardines del Palacio de La Moncloa. Los hombres, sobrios, traje y corbata en su totalidad; las mujeres mucho más alegres, con coloridos trajes, vestidos y total looks escogidos para la ocasión.

Algunos no son nuevos en el tradicional posado; para otros, en cambio, este era un día grande. Sus sonrisas los delataban. Desde Ernest Urtasun hasta Sira Rego, todos portando sus maletines guardados como oro en paño desde que fueran recibidos este martes por sus antecesores en el cargo. Todos pertrechados en sus carteras salvo una, Margarita Robles, que llegaba a Moncloa con las manos vacías y comentando ante los periodistas gráficos acreditados los motivos de este olvido.

Del Consejo al conflicto 

Si algunos presagiaban algo de calma después de la configuración del nuevo Ejecutivo, rubricado y sellado tras arduos meses de negociación tanto por la coalición -PSOE y Sumar- como por los socios de investidura, la agenda del presidente aprieta las cosas y convierte el futuro próximo en un escenario imprevisible y de alto nivel político.

El Ejecutivo no contará con periodo de gracia y el presidente tampoco. Sánchez, de hecho, una vez finalizado el Consejo de Ministros, viajará hasta la zona 0 del conflicto palestino-israelí para reunirse con los líderes de ambas facciones enfrentadas: este jueves mantendrá una audiencia con Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, y Mahmud Abbas, presidente palestino.

Un viaje internacional, el primero del Gobierno en esta nueva legislatura -exceptuando sus idas y venidas en funciones-, de gran importancia para la coalición. Sánchez aterrizará en el destino con un alto al fuego pactado este mismo miércoles y en el que se incluye la liberación de 50 personas retenidas por Hamás. Un pequeño gesto diplomático que el Gobierno utilizará para reconocer ante Netanyahu que la voluntad del Gobierno español durante esta legislatura será oficializar el reconocimiento del estado palestino, condición sine qua non impuesta por Sumar en la conformación del acuerdo de coalición.

Sánchez, una vez finalizada su travesía en Oriente Próximo, regresará a Madrid para la celebración de una gran fiesta socialista este domingo en IFEMA. Un balón de oxígeno para premiar al partido por el acuerdo alcanzado, el inicio de la legislatura y las intensas negociaciones. Un encuentro donde, además, se rendirá un homenaje a José Luis Rodríguez Zapatero por su importante papel tanto en la campaña electoral de las elecciones del pasado 23 de julio como en la defensa de las medidas adoptadas para consumar la mayoría parlamentaria en el Congreso.

Un respiro previo a la tempestad. La Mesa del Congreso fijó este martes el calendario de sesiones con el que la Cámara Baja volverá a su plenitud de funciones. El día 29 de este mismo mes, el próximo miércoles, se celebrará la apertura solemne de la legislatura, que contará con la presencia del rey Felipe VI; el día 5 de diciembre las miradas estarán sobre la figura del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que deberá dar cuenta del papel de España en el conflicto entre Israel y Palestina; la siguiente semana, una vez superado el puente de la Constitución, llegará tanto el control al Gobierno como el pleno en el que previsiblemente, según voces autorizadas de PSOE y Sumar, el Congreso tomará en consideración la ley de amnistía para arrancar con su tramitación urgente -mecanismo por el que los plazos y la fiscalización a la norma se reducirán considerablemente antes de su remisión al Senado-.