El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido esta madrugada del viernes tras la celebración del Consejo Europeo en Bruselas, el último del año 2025. En esta ocasión, la reunión de los mandatarios europeos ha pivotado en torno a la financiación de Ucrania tras las incesantes agresiones de Rusia, donde ha destacado la disonancia -habitual- de Hungría y la -menos esperada- de Polonia. Sánchez transmitió que la Unión Europea (UE) proporcionará de forma “urgente e inmediata” un préstamo de 90 mil millones de euros para los dos próximos años que estará financiado mediante “deuda conjunta” y “garantizado por el presupuesto europeo”.

 

El jefe del Ejecutivo español se reunió en la mañana del jueves con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la que compartieron impresiones que martillearon en las razones “morales, de justicia, y legales” que atornillan esta ayuda comunitaria. En las imágenes que han trascendido de ese encuentro bilateral, se puede observar la complicidad y simpatía entre ambos gobernantes.

Durante el Consejo, España defendió la puesta en marcha del préstamo de reparación sobre la base de los activos inmovilizados rusos; una “decisión histórica”, dijo Sánchez, porque el agresor “debe pagar por el daño causado”. Este elemento ha sido de nuclear importancia debido a la controversial postura del húngaro Viktor Orbán. Respecto al marco financiero y presupuesto comunitario, Sánchez ha abogado por aumentar la aportación de cada estado miembro al “2% del PIB” para garantizar recursos concretos y bienes públicos europeos que solidifiquen “la innovación, la transición digital, la transformación energética y la deuda común” de la alianza.

El presidente español quiso referirse a la guerra comercial abierta por la administración estadounidense y sostuvo la importancia del acuerdo de la UE con Mercosur, un “acuerdo que lleva gestándose 25 años” por el que podemos esperar un mes más, dijo Sánchez tras la decisión de Italia de posponer la firma a comienzos del 2026. Además, Sánchez se vanaglorió del nuevo pacto por el Mediterráneo con Marruecos y Mauritania, y del papel que recobrarán las regiones con la presidencia del lendakari, Imanol Pradales, de la Comisión Arco Atlántico durante el próximo bienio.

Al respecto de la situación en Oriente Medio, Sánchez quiso lamentar el año “terrible” para Gaza y Palestina y afirmó que la “UE debe participar activamente para sostener la paz” en la zona y que la Autoridad Palestina “debe estar plenamente involucrada” en esta consecución. Además, Sánchez condenó la expansión de los asentamientos en Cisjordania y exigió que la ayuda humanitaria entre “con rapidez y en la cantidad necesaria”.

 

También quiso referirse a la desinformación y a la voluntad de los tecnoligarcas que influir en procesos democráticos mediante sus plataformas: “La soberanía digital europea no se toca”, dijo el presidente. “Necesitamos que UE actúe, que sea coherente en el exterior y fiel a sus principios; que haya menos retórica y más acción, que proteja su economía y democracia sin complejos, y que no entregue su modelo social”, concluyó tras su propuesta.

En el turno de preguntas de los periodistas presentes, Sánchez rebajó la intensidad de la aparente crisis de gobierno y delimitó que no considera que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, haya actuado con “deslealtad”. También matizó que ya se reunió con ella, antes de que lo hagan hoy las secretarias de Organización del PSOE y Sumar. Y, en pleno auge de la polémica por los presuntos escándalos en la SEPI y el rescate de la aerolínea venezolana Plus Ultra, Sánchez desmarcó a José Luis Rodrñiguez Zapatero, expresidente del Gobierno citado por el PP en la comisión de investigación del Senado, y se amparó en la “pulcritud de los rescates y préstamos durante la pandemia”.

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