La “crisis institucional” se ha apoderado de los primeros compases de la sesión de control en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras su ausencia en el último pleno de la semana pasada, ha regresado a su escaño en la Carrera de San Jerónimo. Desde ahí, ha mantenido un debate con el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, quien ha ofrecido a su grupo para “dignificar” un Tribunal Constitucional que “trabaja para la derecha”.

“¿Cree usted que su Gobierno hace todo lo posible por la gente, las instituciones y la democracia de este país?”. Esta ha sido la pregunta que Gabriel Rufián ha trasladado a Sánchez antes de tender la mano al jefe del Ejecutivo para superar la “injerencia” de la corte de garantías y que ha derivado en una “crisis institucional sin precedentes”. Sánchez ha respondido afirmativamente a la interpelación directa del parlamentario catalán, aduciendo que si en un contexto de dificultad, con una pandemia, una guerra y un volcán, así como los intentos de la derecha y la ultraderecha por “cercenar” los derechos obtenidos, se han conseguido conquistas sociales, en un escenario más favorable los logros se multiplicarían. “Imagínese lo que conseguiríamos con el viento a favor”, replicó.

En este sentido, Rufián ha insistido y ha acotado el debate al “ataque judicial orquestado por la derecha” junto al Tribunal Constitucional. “Hay una cosa que da mucha rabia en la vida, que es el ‘ya te lo dije’”, continuaba el portavoz republicano, que daba la “bienvenida” a los socialistas a la “guerra judicial” que se emprendió años atrás en su “democracia ejemplar”. Asimismo, se ha preguntado por los siguientes pasos a dar, resaltando que su formación se quejó hace tiempo de la “interpretación capciosa” de un Código Penal que no varió hasta que se involucraron.

“Quizá, ahora ERC para intentar cambiar parte del Poder Judicial, que trabaja para la derecha y la ultraderecha, tengamos que involucrarnos…”, ha sugerido el portavoz de ERC en la Cámara Baja. Un escenario que ha utilizado Rufián para ofrecer los diputados del grupo republicano siempre y cuando se destinen a “dignificar al Tribunal Constitucional y la democracia española”. “Háganlo, ahí estaremos. La diferencia entre ustedes y nosotros es que nosotros no les dejaremos tirados. Antes que independentistas, somos demócratas”, ha zanjado.

Por su parte, Sánchez no ha respondido directamente al ofrecimiento de Rufián y ha optado por fiarlo todo a los partidos que conforman el arco parlamentario. “Serán los diferentes grupos parlamentarios los que decidan la solución a este conflicto institucional que ha creado una mayoría conservadora del Tribunal Constitucional”, ha replicado el jefe del Ejecutivo.

En referencia a las alusiones al TC y a la baja calidad democrática del sistema español, ha reivindicado que España, como todas las democracias, “necesita mejoras y reformas”. Prestaciones a las que, según Sánchez, se ha de llegar en los márgenes de la ley y, por ende, de la Constitución. “La democracia se fundamenta en la soberanía popular y el respeto a la legalidad democrática”, ha sostenido el jefe del Ejecutivo, mientras ha admitido que supone un “problema” para el país que el principal partido de la oposición no reconozca el resultado electoral”.