Rocío de Meer Méndez nació en Madrid en 1989, pero, como una auténtica “paracaidista”, representa a Almería en el Congreso desde 2019 como diputada de Vox. Actualmente es vicepresidenta del partido y una de las voces más radicales dentro de la formación ultraderechista. Su apellido ya hablaba antes que ella al provenir de una familia de militares con profundos vínculos con el franquismo. Su abuelo, Carlos de Meer de Ribera, fue condenado en los años ochenta tras un viaje a Libia en busca de apoyos para un intento de golpe de Estado.
El abuelo golpista, represor y amigo de la mujer de Franco
Carlos de Meer ocupó cargos clave durante la dictadura y gozó de muy buena amistad con la mujer de Franco, Carmen Polo. Fue director del Gabinete del presidente Carrero Blanco y gobernador civil de Baleares. Desarrolló su carrera militar en el Regimiento de la Guardia de Franco. Como gobernador en los últimos años del Franquismo, fue implacable en aplicar acciones represivas contra los movimientos antifranquistas y las protestas laborales. También destacó por su homofobia llegando a acusar al primer ministro sueco Olof Palme de ser homosexual, como si fuera un delito. Cuando se le planteó la entrada de España en el Mercado Común, respondió con un exabrupto: “Que se metan el Mercado Común por donde les quepa”.
Durante el intento de golpe de Estado del 23-F, se encontraba en el Estado Mayor del Regimiento de Caballería Pavía número 4. Aunque no participó activamente, permaneció a la espera de órdenes. En el juicio posterior, defendió al capitán golpista Francisco Dusmet.
En 1986 volvió a estar en el punto de mira: fue juzgado por conspiración tras entrevistarse con Muamar el Gadafi en Trípoli. Se sospechó que buscaba financiación para un nuevo golpe de Estado. Aunque no fue condenado por conspiración, sí lo fue por abandono de destino, lo que le llevó a pasar siete meses en prisión. Alegó que su intención era buscar apoyo para lanzar un periódico nacionalista, no un golpe, que según él, “ya no tenía sentido”.
De casta le viene al galgo
Con semejante genealogía, no sorprenden las declaraciones de su nieta. De Meer no se molesta en disimular, ya que sus discursos en materia de inmigración destilan xenofobia y supremacismo.
Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), conoció a Santiago Abascal durante su etapa universitaria. Desde entonces se ha consolidado como uno de los pilares ideológicos de Vox, con un perfil especialmente agresivo en el Congreso. En abril de 2020 llegó a insinuar un llamamiento al Ejército para intervenir contra el Gobierno. Poco después, denunció una supuesta agresión en un mitin en Sestao, aunque el caso fue archivado. También ha sido noticia por difundir vídeos con simbología nazi en sus redes sociales.
La denuncia a ElPlural
En julio, De Meer volvió a traspasar los límites del discurso democrático. Propuso la deportación masiva de hasta siete millones de inmigrantes y sus descendientes, incluso de aquellos nacidos en España, a quienes acusó de “no integrarse” y de “atentar contra la identidad nacional”. Al día siguiente intentó matizar sus palabras, pero el mensaje ya había sido asimilado y celebrado en los círculos ultras. Por informar sobre esta intervención y dar cuenta de sus declaraciones, ElPlural.com ha sido denunciado por Vox. El partido de extrema derecha exige la retirada de las noticias, una rectificación, y niega ahora las cifras que dio su propia diputada.
Casada con un militar y madre de tres hijos, Rocío de Meer no necesita ocultarse: se muestra como es. Ultra de manual. De familia. De linaje.