Mariano Rajoy ha encarado su primer Debate del Estado de la Nación con el guión previsible: inició su discurso con una referencia al principal problema del país, los seis millones de parados, con más del 26% de la población activa buscando empleo y más del 50% de los jóvenes españoles en paro. Tras lanzar un guiño para humanizar su discurso definiendo el paro como "ese drama que seres humanos sufren", se lanzó a dar una serie de datos positivos sobre los "logros" de su primer año de Gobierno y a culpar de todo los demás a la herencia recibida. Ninguna sorpresa hasta el momento.

No cumple el programa electoral por la herencia
La primera justificación de Rajoy consistió en decir que se encontraron un déficit del 11% frente al 6% que le comunicó el Gobierno de Zapatero, y ese 'desastre' le obligó a tomar medidas drásticas que le gustan. "Las medidas duras no las imponía el Gobierno sino la ruina que nos amenazaba" afirmó, con lo que elude toda responsabilidad sobre su acción de Gobierno. "No me ha sido posible cumplir con mis compromisos porque tenía que cumplir con mi deber", sentenció Rajoy como si el cumplimiento de lo prometido a los ciudadanos en campaña electoral no fuera la obligación de un político.

Después de relatar todos los 'desastres recibidos' glosó sus logros (esos sí son su responsabilidad, los recortes no) y el mayor para Rajoy es haber "dejado atrás la inminencia del rescate". Se olvida el presidente del Gobierno que su inacción durante los primeros 6 meses de gobierno para intentar gobernar en Andalucía provocó que la prima de riesgo llegara a los 680 puntos básicos (casi 700 cuando el máximo con Zapatero fue de 420). Y esa fue su absoluta responsabilidad. Y se olvida de que la desastrosa nacionalización de Bankia le obligó a pedir el rescate financiero a Bruselas. Y rescate es una palabra que se volvió a negar a pronunciar porque insistió en línea de crédito.

Avanza que el déficit estará por debajo del 7%
Y para demostrar que esas medidas duras que no le gustan y que le vinieron impuestas por la herencia recibida han tenido un efecto muy positivo en la economía, avanzó un dato muy esperado: que el déficit de 2.012 cerrará unas décimas por debajo del 7%, es decir muy cerca de lo exigido por Bruselas. Pero ocultó el Presidente que esa cifra es tramposa, porque no incluye el déficit provocado por el rescate de los bancos, que según consta en el memorandum firmado es déficit público. Rajoy señaló desde el principio de su intervención que su prioridad será combatir el paro, ahora que oras cuestiones económicas "mejoran" y otras "están encauzadas".

De negar brotes verde a asegurar que "estamos acertando"
Rajoy quiso dejar claro en el arranque de su discurso que era realista, de ahí su mención a los parados y de explicar que la mejora de ciertos parámetros económicos  "no es suficiente". Por eso añadió tajante "nada de brotes verdes", pero duró poco porque minutos después de vanagloriarse haber evitado el rescate total afirmó que "los sacrificios no se hacen en vano" y añadió que "estamos acertando".

¿La privatización de la sanidad? ¿El deterioro de la educación pública?
Lo que no justifican los recortes, ni el déficit ni el paro son las 'reformas' ideológicas que está acometiendo el PP: la privatización de la sanidad en Madrid, Valencia y Castilla La Mancha como punta de lanza para privatizarla en toda España, es un objetivo ideológico con un gran negocio detrás, no económico. Deteriorar la Educación pública y que la religión vuelva a ser una asignatura evaluable es una cuestión ideológica, acabar con las justicia gratuita, pretender sancionar a los ciudadanos que ayuden a inmigrantes ilegales y reformar la Ley del aborto para convertirla en una de las más duras y retrógradas de toda Europa junto con Malta e Irlanda no tiene explicación económica ni de herencia recibida, solo ideológica.