El Partido Popular (PP) y Vox están dispuestos a blanquear la dictadura franquista utilizando los gobiernos de coalición que conformaron hace un año en diversas autonomías. El Ejecutivo de Aragón ya ha tumbado la ley de Memoria Democrática y al anuncio de que en la Comunidad Valenciana ocurrirá lo mismo se ha sumado el de Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco equipara la dictadura y la segunda república, eliminando el reconocimiento a las víctimas de represión, y desde el PSOE consideran que se siente cómodo haciéndolo “porque su padre fue un alcalde franquista”.

La portavoz de los socialistas, Esther Peña, ha trasladado esta creencia este lunes en la rueda de prensa celebrada en la sede de Ferraz. “El PP y el señor Alberto Núñez Feijóo están llegando muy lejos en los pagos a la ultraderecha por esos votos que le permitieron acceder al poder hace ya un año en comunidades autónomas y ayuntamientos”, ha denunciado, señalando que “vuelven a insultar a miles de familia y disparan al corazón de nuestra constitución”. Es precisamente por este segundo aspecto que el Gobierno acudirá al Tribunal Constitucional.

El caso de Castilla y León es especialmente curioso, dado que la actual normativa que pretende eliminarse fue aprobada por un Ejecutivo del PP. Concretamente, fue Juan Vicente Herrera quien dio luz verde al texto y desde el PSOE se preguntan ahora “qué pensará” aquel equipo del que ya no queda nada. “El PP asume los postulados de la ultraderecha, sus guerras mal llamadas culturales”, ha denunciado Peña este rumbo. “Por desgracia, en este país, una vez más se vuelve a demostrar que no tenemos una derecha homologable al resto de países europeos”, ha añadido.

La nueva ley, bautizada como “de Concordia”, pone al mismo nivel el franquismo con periodos democráticos y elimina el reconocimiento de las víctimas. “Una proposición de ley que en su exposición de motivos ni tan siquiera habla de la existencia de una dictadura, sino que equipara como iguales todos los periodos históricos desde el año 1931”, ha lamentado la portavoz Así, la Junta de Castilla y león, “sin rubor alguno”, asemeja elementos contrapuestos y “reproduce el argumentario ya ensayado de que nunca ha habido un relato consensuado sobre la segunda república, la guerra civil o el franquismo”.

Para los socialistas esto es a todas luces falso y vuelve a incurrir en el discurso anclado en “el negacionismo y el revisionismo”, blanqueando a su vez la dictadura franquista, negando la existencia de un golpe de Estado causante de la guerra civil y pretendiendo que no se conozca la verdad sobre lo que sucedió. “Nuestra Constitución no habla de olvido, que es lo que pretende PP y Vox porque no es una opción para la democracia y, por ello, el impulso de las políticas de Memoria Democrática es un deber moral e indispensable para evitar la repetición de episodios trágicos como este”, ha añadido.

¿Sorprende la postura de PP y Vox?

El PP y Vox se han vuelto a posicionar en una trinchera y a lo socialistas no les sorprende el bando elegido. Peña ha recordado que la transición que se produjo en el país “no fue apoyada por los grandes referentes políticos franquistas de Vox ni tampoco por una gran parte del PP de aquella época”, realidad histórica que quita el factor sorpresa a las políticas que ahora aprueban las dos partes en conjunción. No obstante, esto no tiene la capacidad de cambiar la historia.

En esta línea ha coincidido también el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que ha expresado que si la amnistía preconstitucional que se dio previamente a las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, las cuartas tras las de la República, “sobre la que se sustentan los pilares de nuestra democracia”, sin la que “habría que haber visto si Manuel Fraga (ministro de Franco) hubiera podido fundar el Partido Popular”.  No obstante, todos estos coletazos reaccionarios no tienen la capacidad de cambiar la historia.  

“No nos llamemos a ningún engaño, los valores de la Constitución y de la transición política de la que nos sentimos orgullos de reivindicar los demócratas como uno de los momentos más brillantes fueron lo que hicieron pasar de forma pacífica de una cruel dictadura a una democracia avanzada”, ha defendido la portavoz. Represaliados, asesinados, perseguidos, humillados, todos eran del mismo bando y siguen ocultos bajo cunetas y el mero posicionamiento que no sea en favor de las víctimas convierte al que asume la postura en, como mínimo, un equidistante blanqueador.