El PSOE defiende la inocencia de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en el caso Koldo. “Intentar compara la situación con la de Ábalos, que era responsable político de un asesor que en nombre de su ministerio habría cobrado por contratos, es sencillamente ridículo. Y solo se entiende en la desesperación del PP por intentar ganar en titulares sesgados lo que perdió en las urnas”.

Los socialistas responden así a los populares después de que estos segundos pidan de manera formal e inmediata la dimisión de la responsable de la Cámara Baja: “El PP la lleva atacando desde que salió elegida por mayoría absoluta hace siete meses. No por ser Francina Armengol, sino por suponer el inicio de una legislatura en la que no asumieron su derrota electoral y por representar una España plural que ellos detestan”.

Así, el PSOE asume que los ataques del PP no son sino una “campaña de desprestigio basada en verter supuestas sospechas que el juez no contempla, descontextualizar documentos administrativos y atribuirlos a la presidenta y generar un clima de tensión para luego decir que debe irse por decoro”.

“El Gobierno de Baleares fue perjudicado”

En lo que respecta al la trama Koldo, las fuentes socialistas remitidas a ElPlural.com contemplan que Armengol fue “en todo caso, perjudicada” y “nunca parte de ella, por mucho que el PP siga sacando de contexto documentos administrativos de un expediente que la Intervención y la propia Justicia dan por válido y completamente legal”.

En la cronología de hechos, para el PSOE el Gobierno de Baleares “tan solo compró mascarillas de un cargamento que llegaba para el Ministerio y lo hizo con toda la base jurídica de los contratos de emergencia y a precio de mercado”. Esto último, aseguran, impedía sospechar que hubiera ninguna trama de corrupción detrás.

“Al mandar analizar este producto, cosa que demuestra que no hubo nunca ninguna connivencia con la empresa ni la supuesta trama, descubrieron que algunas de las mascarillas no llegaban a la calidad contratada”, apuntan las fuentes. “Se había contratado ‘Mascarilla protección facial FFP2 KN95 Uso Domiciliario’ y según los análisis eran KN95 pero no llegaban a FFP2. Se almacenaron por si era necesario y se puso el asunto en cola de trabajo para una reclamación parcial (por la diferencia de dinero entre lo contratado y la calidad recibida)”.

Con ello, asumen, “la reclamación no se hace, evidentemente, porque se sospeche de corrupción, ya que evidentemente en ese momento nadie podía esperar que hubiera una trama corrupta detrás”, sino “porque se considera que hay un perjuicio en la compra”; y “la empresa defiende que se suministró lo que se contrataba”: “Es una discusión técnica, pero lo que sí demuestra este proceso -que se inicia con los análisis del primer mes- es que el Gobierno de Baleares no estaba en ninguna connivencia con esa trama. También lo confirma el hecho de que la empresa protestara por la reclamación en marzo de 2023 al Gobierno todavía socialista o que los investigados fueran pillados en los pinchazos de la Guardia Civil mostrando su preocupación por la reclamación de la señora Armengol y la necesidad de conseguir pararla con el Gobierno de Prohens.

En consecuencia, durante los dos años y hasta la reclamación oficial, se produjeron “algunas actuaciones administrativas realizadas por funcionarios habituales en estas contrataciones como la elaboración del certificado de contratación o la petición de fondos feder”, siendo todo ello una “práctica normal en toda contratación de servicios para la pandemia”.

Pero todo ello, insisten estas fuentes, son “cuestiones técnicas y administrativas que el PP ha decidido sacar de contexto de un expediente que absolutamente nadie pone en duda en la instrucción judicial ni en las fiscalizaciones anteriores”.  “Lo único que investiga el juez en lo que se conoce como la ‘rama balear’ es al Gobierno actual del PP porque sospecha que la empresa le presionó y consiguió hacer caducar la reclamación iniciada en marzo por el gobierno de Armengol”, acentúan; aseverando que lo que existe es una “clara sobreactuación del PP para intentar generar una sombre de duda sobre Armengol, que no puede defenderse de la misma manera que el resto de diputados”.

“La presidenta Armengol tan solo es culpable de haber comprado mascarillas cuando había una escasez brutal, haber analizado su calidad para garantizar el mejor material para la gente de Baleares, haber reclamado la diferencia de precio al confirmar que tenían menos calidad y haberlas almacenado para devolver las que fueran requeridas en el proceso de recuperación de parte de la inversión hecha”, refrendan.