Tras las mujeres, los inmigrantes, los homosexuales, los periodistas, los profesores y un larguísimo etcétera, la extrema derecha se ha fijado un nuevo enemigo: los animales abandonados. Un problema que Julio Calvo, concejal de Vox en Zaragoza, ha propuesto solucionar matándolos a todos, porque mantenerlos con vida sale cara a la ciudadanía.

“Estoy planteando en tema de la eutanasia, el sacrificio humanitario, que muchas veces es una práctica más aconsejable que el mantenimiento en las condiciones penosísimas en las que se está manteniendo durante años a estos animales”, sostuvo Calvo en una reciente intervención ante la Comisión de Cultura.

Sin embargo, las palabras de Calvo no se quedaron ahí, sino que continuó su exposición definiendo a estos perros como “inadoptables” y asegurando que son “viejos, enfermos, potencialmente peligrosos y que, desde luego, disuaden a cualquier familia o persona que busque un animal de compañía”.

Asimismo, incluyo en este grupo también a “aquellos que por su situación nunca van a ser adoptados o muy difícilmente van serlo”. “Quizá nos deberíamos replantear el protocolo”, añadió.

“Me preocupa el coste que está suponiendo para el Ayuntamiento el mantenimiento de estos animales sine die”, continuó Calvo, para instantes después vaticinar sobre “el hacinamiento al que tarde o temprano estará sometido” el Centro de Protección Animal de la capital aragonesa.

Según el edil de la extrema derecha, esta práctica es “absolutamente indolora”. “No tenemos que escandalizarnos por una práctica que se lleva a cabo en muchos sitios”, sentenció Calvo.

Un planteamiento que chocó radicalmente con las propuestas y soluciones de los diferentes concejales tanto de Zaragoza en Común, como del PSOE, que abogaron por una política de sacrificio cero.