Tras cerca de seis horas de pleno en el Congreso de los Diputados, en el marco de la comparecencia a petición propia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha encarado otro de los momentos más esperados del largo y extenso orden del día de la agenda de la casa soberanía popular: la sesión de control. El primer cara a cara con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que ha tenido lugar apenas media hora después de cerrar los flecos de la reunión que ambos mantendrán el próximo viernes en la Cámara Baja. 

La pregunta del dirigente popular ha sido directa, punzante, irónica y directa: "¿Nos podemos fiar de su Gobierno?", inquiría. "Sí", contestaba rotundo el jefe del Ejecutivo. Tras un primer turno sencillo, sin aspavientos y solventado en apenas 20 segundos, llegaba la hora de la verdad. 

"Si usted a la pregunta de si se puede confiar en su palabra hubiese contestado que no, hubiésemos acreditado que alguna vez dice la verdad. Pero no importa, seguiremos trabajando por nuestro país. Para hacerlo debo recordarle que en el último mes ha iniciado la tramitación de la amnistía, cuando dijo que nunca lo haría; que en la última semana ha negado la reunión con Puigdemont, que ahora dice que tendrá lugar en varias ocasiones; lo hemos visto decir que protegerá a jueces y fiscales mientras avala la comisión de investigación contra ellos que le solicitan los independentistas; ha prometido afecto a la Corona mientras impulsa una medida para despenalizar las injurias a la misma; ha entregado Pamplona a Bildu después de presumir en la investidura de haber facilitado el Gobierno de UPN...", enumeraba Feijóo, que, demasiado lento en su formación, acababa quedándose sin tiempo.

"Yo tengo una visión muy distinta sobre estas primeras semanas de Gobierno", contestaba el presidente, que, haciendo uso de la misma herramienta que su adversario, la enumeración, arrancaba. "Hemos aprobado una ley de paridad, hemos culminado una exitosa presidencia europea con la reforma del mercado eléctrico, hemos aprobado 10000 millones de euros para ayudar a la ciencia, estamos negociando la subida del SMI, hemos revalorizado un 3,8% las pensiones... ¿qué han hecho ustedes? 100 manifestaciones. No tengo nada en contra de las manifestaciones, pero sí contra los insultos, sean frutales o no frutales. Han hecho del insulto su forma de hacer política", replicaba el presidente. "¿Eso qué es? ¿Política para adultos, señor Feijóo? Se lo he dicho antes, diálogo siempre y cuando quiera. Lo único que le pido es educación y humanidad", sentenciaba.

Resto de preguntas

Además de Feijóo, han formulado preguntas al presidente del Gobierno tanto la portavoz de Vox, Pepa Millán, como el de ERC, Gabriel Rufián. La ultraderechista ha decidido centrar el tiro en cuál será la próximo concesión del Gobierno "a los herederos de ETA". "Dígamelo usted", replicaba el presidente con visible cara de asombro. 

"Ustedes afirman que ETA ha sido derrotada, pero han cambiado las capuchas por los sillones con el PSOE como formación cómplice. Ustedes amparan a quienes no solo no condenan la violencia sino que la aclaman. Ayer ustedes apoyaban despenalizar el enaltecimiento del terrorismo. Vox es el partido de Ortega Lara y Bildu no es un partido democrático", aseguraba, en su turno de réplica, Millán.

Duros comentarios que no se quedarían sin respuesta: "Su grupo parlamentario utiliza el dolor de las víctimas del terrorismo para criticar a este Gobierno. Lo hacen con todo: con las víctimas, con el colectivo, con las mujeres, con los inmigrantes o con el terrorismo. Ustedes no van a cambiar y nosotros tampoco. Seguiremos haciendo de la palabra la forma de superar los conflictos políticos, negociando entre distintos".

"Le garantizo que defenderemos todo aquellos que ustedes no defienden. Si ha habido un partido que ha sufrido el dolor del horror causado por ETA ha sido el PSOE. ETA fue derrotada por la democracia con un presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, un ministro de Interior socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y un lehendakari socialista, Patxi López ", sentenciaba el líder del Ejecutivo. 

Acto seguido, y en un tono mucho más formal y pragmático, Sánchez era interpelado por Rufián por las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar los problemas de vivienda, con especial énfasis en la gravedad del futuro para las personas hipotecadas: "Alguna vez lo hemos comentado y debatido. El peligro o lo que a ustedes les puede echar de Moncloa no es la amnistía o la hipérbola de la derecha, sino las condiciones materiales de la gente", advertía el portavoz republicano. 

"Coincidimos en el problema. Todo esto viene de muchos años de liberalizacion del suelo que este Gobierno debe reconstruir, pero debemos hacerlo de la mano de otras comunidades autónomas y ayuntamientos. Nuestro compromiso con la vivienda pública es claro, siendo conscientes de que el problema muchas veces es la incapacidad de avalar o dar una entrada a esa hipoteca", contestaba el presidente, ganándose el público de los suyos y cerrando su papel protagonista en un pleno que había empezado a las 9 horas de la mañana.