El PP ha reaccionado con sorna a la declaración institucional realizada este martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para oficializar el reconocimiento del Estado de Palestina. Fuentes de Génova han deslizado que esperan que “nadie haya madrugado mucho” para escuchar las palabras del Jefe del Ejecutivo porque, consideran, “no ha dicho nada que no hubiera podido comunicar su portavoz en la rueda de prensa ordinaria del Consejo de Ministros”. Asimismo, aseveran que “las escasas novedades debió darlas en su comparecencia del Congreso de la semana pasada solicitada por él mismo”.

En su insistencia en cargar contra el Ejecutivo de coalición, los populares acentúan que el presidente del Gobierno “no cuenta ni siquiera con el apoyo de Sumar”, puesto que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fijó unas fronteras “totalmente diferente de las que dice defender Sánchez para ese nuevo estado Palestino”. En este sentido, sostienen desde Génova, el responsable de Moncloa “no cuenta con el apoyo de otros países, ni con el de la mitad de su Gobierno”.

En la misma dirección, incide en que Sánchez “está cómodo” hablando de política exterior -refiriéndose también a Argentina- “para no hablar de España a 48 horas de aprobar la ley de amnistía y con la corrupción de su partido investigada en la Audiencia Nacional y las instituciones de Justicia de la Unión Europea”.

Así las cosas, el PP emite que mientras el presidente “centra sus esfuerzos en Oriente Medio para arrebatar el voto de sus socios (o ex socios) parlamentarios, las necesidades de los españoles siguen sin merecer su atención”.

El Gobierno reconoce formalmente a Palestina

El presidente del Gobierno ha salido temprano este martes -sobre las 8:30 horas- a la puerta de Moncloa, donde en lo que va de año ya ha hecho varios anuncios importantes, siendo seguramente el más trascendente el que pronunció cuando anunció que seguiría a los mandos del Ejecutivo después de tomarse cinco días de reflexión por las acusaciones contra su mujer, Begoña Gómez.

El líder de Moncloa ha trasladado a la ciudadanía española que se trata de una decisión de “justicia histórica” que persigue “contribuir a que israelíes y palestinos alcancen la paz”. Y para llegar a esa meta, esta es la “única solución posible”.

En términos puramente demográficos, el secretario general de los socialista ha reseñado cuáles deben ser, a su parecer, las nuevas fronteras de este nuevo Estado Palestino: “Cisjordania y Gaza conectadas por un corredor, con Jerusalén Este como capital y unificadas bajo el Gobierno legítimo de la Autoridad Nacional Palestina”. De esta manera, Pedro Sánchez se ha posicionado del lado de la legalidad internacional, reconociendo que “si bien no corresponde a España definir las fronteras de otros países”, la posición de nuestro territorio se encuentra “alineada con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU)”.

Dentro de los ejes vertebradores, Sánchez ha ahondado en que lo “más urgente” es “poner fin a una crisis sin precedentes en la Franja de Gaza”. En ese punto, el mandatario ha vuelto a hacer un llamamiento a un alto al fuego de inmediato y solicitado la entrada de ayuda humanitaria en la Franja, así como la liberación de los rehenes de Hamás. A continuación, ha anunciado que el Gobierno respaldará a la Autoridad Nacional Palestina “en el proceso de reformas iniciado por su nuevo Gobierno”. Por último, ha defendido continuar “impulsando la cooperación con nuestros socios árabes, que también trabajan por la paz y la prosperidad de la región”. Sobre esto último, ha trasladado la intención de seguir “aunando esfuerzos para la convocatoria de una conferencia internacional de paz que haga realidad de una vez por todas la solución de los dos Estados”.

A lo largo de su anuncio, ha lanzado también un mensaje a la sociedad española respecto de la críticas vertidas por parte de la oposición sobre la decisión, y es que no solo la extrema derecha de Vox, sino también algunos sectores de la derecha del PP -se puede tomar como ejemplo a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso- han vertido fuertes acusaciones contra el Gobierno por la decisión. En este escenario, el Jefe del Ejecutivo se ha visto obligado a recordar que España “no va contra nadie” y que nuestro país quiere tener “la mejor relación posible” también con el país de Benjamin Netanyahu.