El PP no se opondrá finalmente al último paquete anticrisis del Gobierno. Después de que la portavoz de la formación en el Congreso, Cuca Gamarra, criticara que las medidas llegaban "tarde" en tiempo y forma y que defendiera que los puntos planteados por Pedro Sánchez -como la eliminación del IVA en los alimentos básicos- ya habían sido planteados por la oposición y que eran "insuficientes", parece que esta vez los de Génova no optarán por el bloqueo.

El líder gallego comienza así este 2023 con la misma intención con la que terminó 2022, aunque su forma de actuar fuese en muchas ocasiones -como en el caso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- contra su propio discurso. Esto es, la economía en el centro y postularse como el candidato de la "moderación". 

Bajo estas premisas, los populares dejan claro que no se opondrán a sus "propias medidas" y todo apunta a que el voto último será el mismo que llevaron a cabo sobre el segundo paquete. Es decir, la abstención. La decisión de los conservadores no alterará en la práctica la mayoría con la que iba a contar el Gobierno, aunque sí posibilita que Moncloa no tenga que llevar a cabo grandes cambios para con la parte de sus socios que pedían "ir más allá".

Está claro que, en año electoral, la primera postura adoptada por el PP tiene una lectura avidente y un objetivo marcado, el de tratar de desvincularse de la ultraderecha y escapar de esa oposición implacable que es Vox, de quien se ha mostrado cerca muchas más veces y en aspectos más cruciales que con el propio Sánchez.

Para tratar de marcar esta hoja de ruta, el partido no tumbará las medidas del Ejecutivo de coalición, ni siquiera pese a los aspectos que van en la línea de las peticiones de Unidas Podemos, como es la congelación de los contratos del alquiler. La dirección adoptada, apunta la oposición, se trata de una decisión "coherente"

El PP condiciona el 'sí'

Hasta el momento, Génova no cierra tampoco la puerta al sí, aunque éste parece prácticamente descartado. Viendo que la abstención cumple con las metas mencionadas para que el PP no vuelva a ser una vez más acusado de irresponsable y que, para que las cuentas salgan, no es necesario apoyar el decreto, los de Núñez Feijóo se quedarán a medio camino. 

De esta manera pueden asimismo justificar no ofrecer su respaldo a Sánchez por no incluir sus propuestas. Esta es la línea en la que se ha pronunciado en las últimas horas el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, quien califica igualmente de "copia" las medidas y pide una ampliación de las mismas. 

Esta pasa por convertir el "mini cheque" en una devolución automática en el IRPF para las rentas bajas, ampliar la reducción del IVA en los productos básicos a la carne y el pescado o renovar la bonificación del combustible a los autónomos y las personas de rentas medias y bajas. También deflactar el IRPF a las familias con rentas de hasta 40.000 euros anuales. 

Eso sí, aunque haya cambiado el año, hay otras cosas que siguen igual, y si bien el PP quiere mantenerse en la línea de la moderación, puede pronto salirse de ella si sigue por los derroteros de su primer discurso, donde criticó por enésima vez la situación de España pese a los buenos datos. Lo hizo, para más inri, a partir de los parámetros que dan la razón a la coalición: la inflación, el empleo, la deuda y el crecimiento.