Podemos lleva semanas luciendo su flamante autonomía tras el divorcio con Sumar. Los morados se han etiquetado como imprescindibles para el Gobierno al no estar bajo la disciplina de la plataforma de Yolanda Díaz. Cinco escaños que pueden condicionar cualquier votación y así lo reiteran constantemente desde la formación. Este jueves, tras las críticas vertidas al decreto anticrisis desde la órbita del partido, su coportavoz, Isa Serra, ha mandado un mensaje claro al Partido Socialista, en consonancia al relato que manejan desde hace meses. “Tendrán que sentarse a negociar y acordar con nosotros”. Así lo ha verbalizado Serra este jueves, al considerar el escudo social falto de ambición.

A ojos de Podemos, el escudo social aprobado el miércoles en el seno del Consejo de Ministros es descafeinado. Consideran que se queda corto y no contempla algunas medidas de protección para la clase trabajadora que califican como imprescindibles. Adjetivo que, a la postre, también utilizan para remarcar su autonomía parlamentaria. Tras salirse del paraguas de Sumar y adherirse al Grupo Mixto, la formación creada por Pablo Iglesias reivindica su músculo negociador e insta a los socialistas a reunirse con ellos para que la agenda del Ejecutivo progresista salga adelante, empezando por el octavo decreto antiinflación.

La coportavoz de Podemos, Isa Serra, ha comparecido ante los medios de comunicación este jueves y ha instado a los socialistas a abrir la vía de la negociación con quienes fueron sus socios de Gobierno en la legislatura pasada. La dirigente morada ha condicionado el apoyo de su formación al decreto anticrisis a una conversación entre sendas fuerzas para mejorar y ampliar la cobertura del escudo social con medidas que ellos entienden como “imprescindibles”.

“Para conseguir aprobar ese decreto en el Parlamento, tendrán que sentarse a negociar, a acordar y a hablar con Podemos”, ha resaltado, de nuevo, la coportavoz morada, en sintonía con el argumentario reciente del partido. Entienden que la prórroga de las medidas de protección social era “imprescindible”, aunque ha recordado que en la pasada legislatura, con Podemos en el Gobierno, se impulsaron una serie de iniciativas que se han caído de este o incluso se han amortiguado.

Un decreto poco ambicioso

Los morados celebran, por tanto, que el Gobierno impulsara la prórroga de algunas iniciativas sociales del decreto, pero ello no impide que les resulte insuficiente. Del escudo social se han quedado fuera cuestiones vinculadas a la limitación de contratos en vigor para evitar subidas “abusivas” a los inquilinos o mejoras tales como duplicar la cuantía del impuesto a la banca. En este último término, la crítica es compartida con sus anteriores aliados de Sumar. No obstante, la ampliación del bono social eléctrico se antoja como una de las grandes pérdidas de este nuevo decreto.

La coportavoz morada exige al Gobierno que convierta en permanente la rebaja del transporte público, así como la aplicación de un control de precios a alimentos básicos y establecer un control de los tipos de interés máximo a las hipotecas de las familias; además de una retahíla de demandas que abordarán en las eventuales conversaciones con el Ejecutivo. Fuentes del entorno de Podemos remarcan que quieren trasladar estas medidas en la negociación y se muestran abiertos a que se contemplen compromisos en decretos anteriores, conscientes de que la convalidación dificultaría la introducción de más cambios.

Cinco votos clave

El decreto ley entra en vigor con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, acorde al procedimiento, deberá obtener la ratificación del Congreso de los Diputados en el plazo máximo de un mes. Ello implica que en este próximo enero se someta a votación el escudo social en un pleno extraordinario que no puede celebrarse más allá del día 26. En el caso de que el resto de grupos parlamentarios den su visto bueno al texto, con el apoyo de Junts en el aire, se antojan imprescindibles los cinco votos de Podemos para llegar a 172.

Este punto permite a Podemos tomar aire en una situación de debilidad orgánica sin parangón desde su fundación. Su salida al Grupo Mixto les concede un peso específico a tener en cuenta para cualquier tramitación parlamentaria. Por ello, airean desde hace semanas que sus apoyos son cruciales en un escenario donde no hay cabida para una geometría variable.