El presidente del Gobierno ha sido el encargado de anunciar las medidas para el desconfinamiento gradual de la sociedad. Pedro Sánchez ha ratificado el anuncio que realizó el pasado sábado, aportando además los detalles concretos sobre los indicadores que regirán el avance de cada territorio. Una apertura que no se realizará de forma homogénea en el tiempo entre comunidades autónomas, pero sí respondiendo a patrones comunes dictados por el comité de desescalada.

Tras la celebración de un Consejo de Ministros que se ha alargado hasta las 16 horas, el líder del Ejecutivo ha explicado los acuerdos que se han alcanzado con los expertos y atendiendo a las demandas de las comunidades autónomas, en constante contacto con la administración central y el mando único. “El desenlace empieza a vislumbrarse. En este sentido están las cifras y la situación de nuestro sistema sanitario. También merece especial atención que las cifras de recuperados superen a los nuevos contagios. Por eso, el plan para la transición de una nueva normalidad adquiere plena actualidad”, ha manifestado el presidente, asegurando que para ello “se han analizado las experiencias de otros países y las recomendaciones de la OMS adaptándolas a la situación nacional”. “Para la elaboración del plan hemos recabado la opinión de expertos, de forma coordinada con los responsables de las distintas administraciones, tanto autonómicas como provinciales y locales. Este plan es el fruto de un trabajo cooperativo entre el sector público y el privado”, ha proseguido.

Sánchez ha anunciado que se ha alcanzado un acuerdo para que la desescalada sea “gradual, coordinada y asimétrica”. A través de la implantación de un sistema de fases, cada territorio avanzará en torno a una serie de indicadores concretos que serán revisados quincenalmente. Cuatro fases previas a “la nueva normalidad”, que el Gobierno quiere que se produzca, como máximo, y “siempre con el máximo respeto al virus y su avance”, a finales de junio.

La fase 0 o de preparación será la primera. Todo el país, salvo una serie de islas que presentan mejores situaciones geográficas y sanitarias, empezará esta fase el próximo lunes 4 de mayo. Se tratará de un momento de preparación, en el que se abrirán ciertos locales para prestar servicios individualizados que empezarán a preparar la señalización y las reglas de distanciamiento social para los próximos escenarios. Además, se permitirá realizar deporte de forma individual. Los deportistas profesionales o federados también podrán empezar su preparación.

Posteriormente, las comunidades autónomas podrán ir progresando si cumplen con los marcadores “públicos” fijados por el Gobierno. En la fase 1 o fase inicial se empezará a permitir “el inicio parcial de ciertas actividades económicas como el comercio bajo”. Además, a fin de evitar el contacto con las personas con un mayor riesgo de contagio, las personas mayores de 65 años tendrán un horario preferente. Se evitarán las grandes superficies que impliquen aglomeraciones. Además, se abrirán centros de alto rendimiento, así como terrazas o lugares de culto, que deberán reducir su aforo a un 30% para garantizar el distanciamiento social.

La fase 2 o fase intermedia servirá para que se proceda a la apertura de espacios interiores, así como teatros, museos, monumentos o salas de conferencia. Como en la fase 1, el aforo deberá reducirse a un tercio de la capacidad total. Además, el presidente ha explicado que el curso escolar se iniciará en septiembre, salvo excepciones como la EBAU o el refuerzo de los niños.. Además, en esta fase 2 arrancarán los actos culturales interiores con aforo de menos de 50 personas o externos con menos de 400 personas siempre que estén sentadas, así como la asistencia a lugares de culto con un aforo reducido al 50%.

La última fase, la tercera o avanzada, permitirá que se flexibilice la movilidad, el aforo se relaje en el ámbito comercial y la hostelería al 50% manteniendo los dos metros de distancia mínima, y se suavicen las limitaciones de aforo en la restauración. Incluso en esta fase, como en las dos anteriores, el uso de mascarillas será recomendable, con especial relevancia cuando se acuda a espacios cerrados o se viaje en transporte público.

Marcadores “públicos” que regirán el avance

El presidente del Gobierno ha indicado que los indicadores serán visibles por todo el mundo de una forma sencilla, de forma que cada ciudadano pueda entender el avance asimétrico de cada uno de los territorios. El sistema de indicadores se erige en cuatro conceptos clave: las capacidades estratégicas del sistema sanitario, tanto en su vertiente de atención primaria como la atención hospitalaria y el número de camas UCI; la situación epidemiológica de cada zona; la implantación de medidas de protección colectivas en espacios públicos; y los datos de movilidad y de carácter socioeconómicos.

Mientras el resto del territorio nacional entrará el próximo lunes 4 de mayo en la fase de preparación, habrá ciertas islas que darán un paso adelante y arrancarán directamente en la fase 1. Tal y como ha explicado el presidente, estas islas serán Formentera, Baleares, Gomera, del Hierro y La Graciosa. Por el momento, la movilidad entre islas no estará permitido y la normalidad de cada fase se ajustará al uso interior en cada una de ellas.

Comité de desescalada

Moncloa ha informado de que a partir de este miércoles el comité de gestión se convertirá en el comité de desescalada. Una segunda fase de la que formarán parte diariamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; los cuatro vicepresidentes (Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño y Teresa Ribera); los responsables de las competencias delegadas desde la declaración del estado de alarma (Salvador Illa, Margarita Robles, José Luis Ábalos y Fernando Grande-Marlaska); la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero); la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

Ellos serán los encargados de dirimir si las cifras que se registren diariamente son propensas a ir abriendo la mano y acabar con las medidas restrictivas que imperan en nuestro país desde el pasado 14 de marzo. Un mes y medio más tarde de que se decretara el confinamiento, y después de permitir a los niños salir y de anunciar salidas para hacer deporte o dar paseos, el Gobierno insiste en que es necesario mantenerse alerta para que no se dé un nuevo brote que convierta en tierra mojada los avances registrados.