El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ofrecía este domingo una entrevista extensa en El Mundo donde desplegaba todo su programa ideológico y, quizás consciente de lo que VOX estaba preparando en Vistalegre, coqueteaba con una unión con el partido de la extrema derecha, además de Ciudadanos y otros grupúsculos, algo que describía como “un mundo ideal”.

Casado cree que el Partido Popular tiene que agregar, para volver a ser “todo lo que está a la derecha del PSOE”. “Para mí el mundo ideal es que Foro, PAR, UPN, Ciudadanos, Vox estemos unidos o en coalición...”, para evitar la fragmentación, que “nunca ha sido buena”.

Ilegalizar la CUP

Sin embargo, Casado también mantiene las distancias con Ciudadanos, a los que afeó las performances de Albert Rivera e Inés Arrimadas quitando lazos amarillos: “Cuando la kale borroka pintaba cajeros nosotros no íbamos a limpiar esos cajeros automáticos. Hicimos una ley de partidos para ilegalizar la kale borroka”, señalaba. Aunque señala que el gesto de Rivera “no me pareció mal” y que acudiría a una concentración para defender a quienes quitan los símbolos independentistas.

Dentro de ese marco, Casado insiste en ilegalizar partidos como las CUP porque “la política catalana está batusanizada”. “¿Saben que los CDR vienen del castrismo?”, dice el líder del PP. “Se puede pedir la ilegalización de la CUP a instancias del Gobierno, la Fiscalía o a petición del Congreso y el Senado”, señala Casado.

Cuando se le recuerda que esa postura va en contra de la Operación Diálogo que lidero Soraya Sáenz de Santamaría en Cataluña cuando estaba en el Gobierno, Casado no deja títere sin cabeza. “Yo creo que siempre he sido muy nítido respecto a ese tipo de operaciones. Creo recordar que no fui yo el que dio la rueda de prensa durante el 1 de Octubre”, señala.

Casado recuerda bien, porque como contó ElPlural, hubo dos cambios de última hora el 1 de octubre, mientras los colegios electorales eran asediados por la Policía: Mariano Rajoy no dio la cara y fue la vicepresidenta del Gobierno quien explicó la versión de la Administración. Y, en Génova, la rueda de prensa anunciada de Pablo Casado fue cambiada en el último instante por una de Fernando Martínez Maíllo, cercano a Sáenz de Santamaría. “Como portavoz siempre he dicho lo que pienso. Otra cosa es que como presidente puedo decir además todo lo que pienso”, señala ahora Casado.

Obras de teatro contra el independentismo

Para que los dos millones de catalanes que apoyan el independentismo cambien de parecer, Casado apuesta por invertir “tiempo y dinero” para que aquellos que viven en pueblos de “Gerona” no lo hagan “sin la menor presencia ni del castellano ni de España”. Y se le ocurre “fomentar también el presupuesto para obras de teatro… “No digo yo que tengan que ser de propaganda españolista, sino que simplemente no haya una manipulación”, señala.

El caso máster no podía faltar en la entrevista, con la enésima repetición de una mentira, cuando habla de un presunto trato de favor que “ni siquiera lo ha apreciado la Justicia”. De hecho, el auto del Tribunal Supremo dice literalmente que aprecia “un trato de favor”, pero que no lo consideran delictivo.

Los trabajos del máster

Cuando se le pregunta si “compromete su palabra en la existencia de los trabajos” que en teoría presentó para aprobar el máster, el líder del PP prefiere hablar de lo mucho que “han observado mi currículum” y exige que “la gente reconozca que dije la verdad, que tenía todo en regla y que verdaderamente se ha sido muy injusto conmigo”.

En su labor de oposición, Casado se queja de que no tiene una relación fluida con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Yo tuve un despacho con él en julio y no me ha vuelto a llamar” y, como le pasara a Mariano Rajoy con Carles Puigdemont, espera a que suene el teléfono: “Yo creo que es que tiene que ser el presidente del Gobierno quien se ponga en contacto con la oposición”.

El aborto

Eso sí, Casado cree que “parece evidente” que Sánchez plagió su tesis, reclama que dé explicaciones al respecto y censura que “mande burofax a los medios de comunicación para silenciarlos. También exige que la ministra de Justicia dimita ya y asegura que la Gürtel “se maquinó o se presentó como una trama organizada de jueces y policías para tumbar el Gobierno del PP”.

Por último, Casado vuelve a insistir en que “el aborto no es un derecho, es un fracaso”. Y se propone volver, como poco, a una ley “de supuestos” que no penalice el aborto, pero no lo trate como un derecho. “Los liberales lo que hacemos es defender los derechos. Los del no nacido en el caso del aborto”, señala.