Este jueves, el vicesecretario de Política Territorial del Partido Popular, Antonio González Terol, aseguraba desconocer si los diputados de EH Bildu que se sientan hoy en la Cámara han sido "copartícipes" de atentados porque no colaboran con el "esclarecimiento" de los asesinatos y se desconoce quién los ha producido.

Siguiendo la estrategia marcada por Pablo Casado a nivel nacional, Terol denunciaba que "el que habla de ETA es Sánchez", que es quien ha decidido pactar con Bildu.

Eso sí, en su intervención, Terol evitó pronunciarse cuando el PP negociaba con ETA. Algo habitual entre los dirigentes de Génova 13, tal y como denunció  -a la par que lanzaba una evidente amenaza- el propio Arnaldo Otegi en una entrevista en junio de 2019 en Televisión Española.

La amenaza de Otegi

“Hay una especie de estrategia de acoso y derribo al PSOE en estos términos y tengo que desmentirlo tajantemente. Esto no quiere decir que no hayamos mantenido a lo largo de nuestra historia muchas relaciones, con el PSOE y con el PP. (…) Yo todavía tengo a buen recaudo las actas de mis negociaciones con el PP y no voy a tener mucho inconveniente en hacerlas públicas. Porque aquí hay mucha hipocresía y mucha sobreactuación”.

Hasta la fecha, Arnaldo Otegi no ha publicado más actas de las que ya se conocen. Algo que no sería descartable en un futuro. El coordinador general de EH Bildu, "en su día" tuvo la oportunidad de reunirse, "en más de una ocasión, en un pueblecito de Burgos, con una delegación del presidente José María Aznar, con tres personas relevantes del PP: Ricardo Martí-Fluxá, Pedro Arriola y Javier Zarzalejos”. Este no fue el único encuentro entre ETA y PP.

Más encuentros con ETA

19 mayo de 1999. Justo ocho meses después de que ETA declarase una tregua indefinida. Ese día, el Gobierno de José María Aznar también se sentó a negociar con la banda terrorista en Zúrich.

La reunión entre representantes del Ejecutivo del PP y miembros de ETA tuvo lugar en un hotel de la ciudad suiza. De todo lo que allí se habló tomó notas una de las etarras, Belén González Peñalva, alias ‘Carmen’, quien hizo de ‘relatora’ del encuentro. 

Tal y como ha informado ElPlural.com, Belén González Peñalva 'Carmen' tomó apuntes de todo lo tratado. Después, con esas notas, ETA redactó unas actas en las que quedaba patente que el Gobierno de Aznar quería una negociación política con la banda terrorista a cambio de que la tregua se convirtiera en un proceso que llevara al fin definitivo de la violencia.

¿Quién era 'Carmen'? 

‘Carmen’, que llegó a ser jefa de ETA y tenía entre sus ‘preferencias’ provocar muertes en la Guardia Civil, militó en la organización terrorista desde finales de los años 70 y fue integrante del 'comando Madrid', uno de los más sanguinarios de la historia de la banda.

Se le atribuyen, entre otras, acciones terroristas como el del ametrallamiento de un convoy de la Guardia Civil en el año 1978, el que sería su primer atentado conocido. También estuvo implicada en el secuestro del empresario Diego Prado y Colon de Carvajal.

En su historial constan, además, los asesinatos en 1985 con arma blanca del coronel Vicente Romero y del conductor de su coche Juan García Jiménez. Los terroristas aparcaron el coche utilizado para asesinar a éstos, cargado de explosivos, y causó la muerte de agente del Cuerpo Nacional de Policía Esteban del Amo.

Al mes siguiente mataron a disparos al vicealmirante Fausto Escrigas. Además, colaboró en la planificación del atentado ese mismo año contra un microbús de la Guardia Civil, mediante la explosión de un coche bomba en la plaza de la República de Argentina, en el que resultaron heridos 16 guardias civiles y murió un ciudadano americano.

En el año 1999 fue detenida en una calle de Pau (Francia) en compañía del colaborador del 'comando Donosti' Cipriano Fernández García, cuando viajaban en un coche robado, con documentación falsa y armados con pistolas. El arresto se produjo un mes antes de que se diera por terminada la tregua de 1998.

Tras su detención y después de pasar seis años en cárceles francesas, se la extraditó a España en 2005 para ser juzgada por el secuestro de Diego Prado y Colón de Carvajal, el asesinato del vicealmirante Escrigas y el atentado de la plaza de la República Argentina, en Madrid. Durante un juicio en la Audiencia Nacional en 2007 hizo un alegato en favor del "diálogo y la negociación política.