Ana Mato es el pararrayos ideal. Está inmersa en todos los líos, desde la Gürtel al ébola, y quizás por eso sigue ahí: porque como un punching-ball se lleva los golpes y, consciente de sus inhabilidades parlamentarias, calla y encaja. Como puede. Pero ella, cuando se mira bien, no es sino tan sólo la punta de un iceberg gigantesco, el de la interesada relación entre la sanidad y el Partido Popular, que se entiende muy bien reuniendo situaciones que aisladas no parecen gran cosa, pero que se convierten en mucho más que casos puntuales, cuando se colocan juntas.

Ana Mato y su equipo 'coordinando' la respuesta al ébola con la Consejería de Sanidad de Madrid. Foto EFE



Vayamos a los casos.

El caso del portavoz de sanidad del PP
El tema del contagio del ébola nos ha permitido a todos 'encontrarnos' con algunos personajes que hasta ahora eran menos conocidos, pero que ya tienen su historia. Por empezar por lo nacional, citemos en primer lugar al portavoz de Sanidad del PP, Rubén Moreno.

Ruben Moreno, el protavoz de Sanidad del PP.., un hombre con historia Flickr PP



Este 'médico-político', fiel miembro del Opus Dei, el viernes pasado, en los micrófonos de la SER dejaba uno de los titulares de la crisis: "no podemos centrar la atención en una auxiliar de enfermería". Y esto lo decía, contraponiendo a Teresa, la enfermera contagiada, frente a los demás sanitarios. De hecho, la frase la había comenzado diciendo que "no se puede hacer una crítica a los profesionales sanitarios y a pesar de que uno tiene garantías con los protocolos te puedes equivocar, puede ocurrir". O sea, que 'el error' era de la enfermera, no de los protocolos, ni de los equipos de protección deficientes, ni...

Rubén Moreno, ahora, como hemos dicho, portavoz de Sanidad del PP, llegó a tener cargos en la Consejería de Sanidad en Valencia, y después presidente del Insalud, con Celia Villalobos como ministra. Y también, por cierto, director del Centro de Investigación Príncipe Felipe. De este recorrido estuvo muy lejos de salir limpio.

Para empezar, se le acusó de tener acciones en un grupo, Nisa, altamente beneficiado por los conciertos con clínicas privadas. Casado con una de las hijas del empresario José Lladró, el 'rey de la porcelana', se vio envuelto en el escándalo por haber sido apoderado de una empresa, Valmerco, una de las que participan en el grupo beneficiado, y que pertence mayoritariamente a los Lladró. Tampoco salió limpio Rubén Moreno de su gestión al frente del centro de investigación Príncipe Felipe, donde no sólo tuvo que enfrentarse a revueltas por los recortes que dejaron a científicos sin fondos, sino que fue condenado judicialmente por acosar laboralmente a un investigador para que renunciara a los derechos de propiedad sobre una proteína que había descubierto.

La Consejería de Madrid, una mina...
Lo sucedido en la sanidad de Madrid y su inacabable proceso de privatización es imposible contar, sino es resumido, en este reportaje. Los consejeros se han ido sucediendo.., y se han ido viendo forzados a dimitir, casi siempre precisamente por la relación entre el dinero y la salud.

Los consejeros Juan José Güemes y Manuel Lamela fueron imputados por presuntos delitos de cohecho y prevaricación en el proceso de privatización, y la cúpula directiva fue imputada por malversación de caudales públicos, junto a las empresas que se beneficiaban del proceso. Para dar una idea de cómo ve el PP estos asuntos de la sanidad y el negocio, el mismo día que Güemes y Lamela recibían la confirmación de sus imputaciones, Ignacio González les entregaba la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo en reconocimiento a "su buen hacer", su "trabajo y esfuerzo".

Fernández-Lasquetty y su sustituto al frente de la Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez.., que parece 'sentenciado' por su boca. Foto EFE



Y como había sentimiento de no estar 'pecando', su heredero en la consejería, Javier Fernández-Lasquetty siguió el mismo camino que ellos: acabó teniendo que dimitir cuando su proyecto de privatización fue retirado después de que la justicia lo tumbara, y Nacho González le premió con la misma Gran Cruz, en su caso por "su compromiso con los servicios públicos". Del heredero de Lasquetty, Javier Rodríguez, hay poco que añadir a sus propias manifestaciones desde que estalló el asunto del ébola: las responsabilidades de lo sucedido, de la enfermera, que mintió.., nada de las autoridades sanitarias.

En Extremadura tres consejeros de salud en tres años...
Pero lo que pasa en Madrid está lejos de ser algo puntual. Los problemas con los consejeros de Sanidad asolan otros gobiernos 'populares'. El de Extremadura, por ejemplo, es casi igual de espectacular que el de Madrid.

La primera elección para la Consejería de Monago fue una doctora, Jerónima Sayagués, que sólo unos meses después tiró la toalla. Los recortes le llevaban a enfrentamientos con sus compañeros. Ahora esta médico ocupa la subdelegación del Gobierno en Cáceres.

Su sustituto dejó más huella. Francisco Javier Fernández Perianes se encontró obligado a dimitir cuando se descubrió que mientras ocupaba el cargo político, él mantenía una consulta privada.., en Portugal. Intentó resistirse, pero acabó dejando el cargo. Después de estos dos 'casos', Monago pensó que olvidándose de los médicos y nombrando a un político se libraría del escándalo y los problemas. Error.

Hernández Carrón, el Consejero de Sanidad que se 'manchó' por 1.900 euros. Foto Gobierno Extremadura



Y eso que echó mano de uno de sus hombres de máxima confianza, de la guardia pretoriana que forman a su alrededor sólo cuatro personas y con los que consulta cualquier decisión. Nos referimos a Luis Alfonso Hernández Carrón, al que se descubrió cobrando kilometraje por desplazamientos que hacía en coche oficial. Pero en este caso, aunque el propio político reconoció que se había "manchado las manos" no hubo dimisión.., se 'las lavó' simplemente devolviendo el dinero. Por cierto, tan 'limpio' se debió ver a sí mismo que no dudó en enfrascarse con periodistas en batallas en Twitter... a causa de quién pagaba los pañales en un hospital público.

El contagio en Valencia, Murcia, Baleares, Melilla...
Por ir resumiendo otros casos... Manuel  Cervera, exconsejero Valencia, imputado por cohecho, cuando se descubrió que su consejería había firmado contratos con el corazón de la Gürtel valenciana, Orange Market. Aunque, en su caso, el historial incluye incluso algún momento chusco, como cuando le pillaron intentando conchavear en directo con los periodistas.

Historia parecida al sur de Valencia. El consejero murciano de Sanidad primero, y de Medio Ambiente después, fue imputado por cohecho, prevaricación y tráfico de influencias en la reclasificación de unos terrenos. Por cierto, en el garaje de una de sus ¡seis viviendas! se encontraron en un registro 43.000 euros en billetes de 500.

Y también al otro lado del Mediterráneo. En Baleares, la exconsejera de Sanidad, Aina Castillo, sólo después de que Jaume Matas ya hubiera caído y cuando se vio imputada, acusó a su antiguo presidente de haber "amañado" el concurso para la construcción de un hospital. O en Melilla, donde la consejera, ésta actual, ha tenido que acudir a la justicia para declarar como imputada por un presunto delito continuado de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude en un caso de contratación de abogados. O...