La mujer del extesorero del PP, Rosalía Iglesias, ya sale de prisión para hacer voluntariado en la Asociación de Padres de Personas con Discapacidad (APADIS). Se trata de una asociación que recibe subvenciones por parte de la Comunidad de Madrid y que trabaja con diferentes administraciones públicas.

Para disfrutar de salidas diarias de prisión, además de alegar que colabora con APADIS en labores administrativas y en el comedor de esta asociación, Rosalía Iglesias también ha tenido que justificar que tiene una oferta de trabajo en la productora Voltereta Records. Casualmente se trata de la empresa de su hijo Guillermo, músico y líder de la banda Taburete.

Las imágenes de Rosalía Iglesias fuera de prisión han sido obtenidas en exclusiva por ElPlural.com.

Tres años después, pese a una condena de casi 13 años

Cabe recordar que la mujer de Bárcenas entró en la cárcel en noviembre de 2020, para cumplir una condena de 12 años y 11 meses, tal y como fijó el Tribunal Supremo. Sin embargo, después de tres años en prisión, el matrimonio Bárcenas-Iglesias ya goza de tiempo junto en libertad.

En la sentencia, la Sala de lo Penal destacó su “conducta activa” en los tejemanejes del extesorero del PP y consideró acreditado que Iglesias estaba al tanto de la procedencia del dinero y del incremento del patrimonio de Bárcenas.

“Tenía pleno control y capacidad de gestión sobre las cuentas bancarias de su titularidad”, afirmaron los magistrados, seguros de que Rosalía Iglesias “tuvo pleno conocimiento de los distintos artificios utilizados para ocultar los fondos en cuestión a la Hacienda Pública, en los que, además, su intervención fue fundamental”. 

“Concienciación de la actividad delictiva”

Fue el pasado 31 de julio cuando el titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ordenó a Instituciones Penitenciarias que aplicase a Rosalía Iglesias el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario de flexibilización del régimen de vida penitenciario.

En el auto por el que da la semilibertad a Iglesias, el magistrado también obliga a Iglesias a participar en programas de reinserción al considerar que, si bien ha asumido su delito,“debe trabajar tratamentalmente para obtener una asunción plena y ‘directa” de los hechos cometidos.

Respecto a su trabajo en APADIS, el auto destaca que su colaboración con esta asociación “permitirá a la penada concienciarla de las consecuencias de la actividad delictiva cometida”.

APADIS explica su voluntariado

En declaraciones a este periódico, desde APADIS reconocen que tienen “un programa de voluntariado muy grande, con decenas de personas implicadas”. En cualquier caso, por protección de datos, no ofrecen información sobre ninguno de sus voluntarios.

Admiten además que reciben subvenciones públicas, pero explican que en sus 42 años de historia, han trabajado “con todas las administraciones públicas y todos los partidos políticos”.

“Una marca blanca es lo más importante”, añaden al insistir en que prestan servicio a más de 700 familias “de todas las tendencias políticas”.

Subvenciones y acuerdos con administraciones públicas

En sus cuentas anuales de 2022, APADIS refleja como patrimonio neto, referente a subvenciones, donaciones y legados, una partida de 5.178.474,80.

El último año que la asociación detalla sobre subvenciones y ayudas públicas recibidas es 2020. Más de 40.000 euros por parte de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid. 

Según la Fundación Lealtad, más del 82% de sus ingresos provienen de financiación pública. 

En la actualidad, APADIS también se encarga del buzoneo de las revistas municipales de las localidades madrileñas de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, ambas gobernadas desde este mandato por el Partido Popular.

San Sebastián de los Reyes y los Bárcenas

Precisamente, es en San Sebastián de los Reyes donde APADIS tiene su sede social y donde se ubica el edificio en el que trabaja Rosalía Iglesias como voluntaria.

El Ejecutivo de esta localidad contrató a Taburete en las fiestas celebradas el pasado mes de agosto. Un concierto que costó más de 100.000 euros de dinero público.


El grupo de Guillermo Bárcenas, para el que trabaja su madre, también exigió que se sufragase con dinero público algunas exigencias respecto a su concierto: Velas aromáticas, 67 bebidas alcohólicas o tortillas “caseras".