El vídeo con el que Javier Ortega Smith presumía en redes sociales de haber utilizado un fusil de asalto en una base militar para hacer unas prácticas de tiro no ha gustado a buena parte de la cúpula militar. La asociación 45SinDespidos de militares veteranos de tropa y marinería se ha puesto en contacto el ministerio de Defensa para pedir explicaciones, ya que no es usual que un particular pueda utilizar libremente las armas y la munición del Ejército.

Tal y como ha recogido El Periódico de Cataluña, el presidente de la asociación y cabo especializado en el uso de estas armas, Jenner López, pregunta en un comunicado hacia el ministerio público las causas por las que se permitió este “entrenamiento irregular y peligroso”. “Si ocurren accidentes con gente preparada, más aún pueden darse con población civil”, explica.

Y es que se referencia con este comunicado el accidente sufrido el año pasado por un legionario mallorquín de 21 años en el campo de tiro militar de Agost (Alicante). Este joven fue alcanzado por una bala del mismo tipo de fusil que empuñó el dirigente de Vox, causándole la muerte. “Nuestros campos de tiro no son patios de recreo”, explica el cabo López.

"Si no se cumplen las normas, es más fácil que los accidentes ocurran. Las normas son para todos, y no solo para los que terminamos limpiando el armamento de los que van a pasar el rato", expone 45SinDespidos, que, además, deja sobre el papel varias preguntas que aseveran que estas prácticas se produjeron sin las medidas de seguridad necesarias y usuales en casos parecidos (casco, chaleco, presencia de ambulancia o centro médico, jefe de línea de tiro…).

Merece la pena destacar, además, que Ortega Smith, pese a haber presumido en innumerables ocasiones de ser boina verde, únicamente realizó el servicio militar durante 9 meses sin seguir creciendo dentro de la jerarquía del cuerpo al que pertenecía. Por si fuera poco, en su afán de demostrar sus virtudes con el fusil (acertó 7 de 11 disparos a “ese hijo de puta del DAESH”), se saltó otra norma que pesa sobre las bases militares: ningún civil puede grabar el interior de estas instalaciones.