En pleno apogeo de denuncias por acoso laboral y sexual en diferentes partidos políticos y una cascada de mujeres que han alzado la voz para relatar las actitudes machistas sufridas por parte de sus compañeros de partido y dirigentes políticos, este jueves se ha conocido que el escándalo salpica también a uno de los rostros clave de la democracia y la Transición: el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.

En una información destapada por InfoLibre, la mujer víctima presentó a principios de este mes una denuncia por agresión sexual contra el expresidente del Gobierno ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional. Según se desprende de la denuncia, los hechos sucedieron entre 1982 y 1985, una vez concluido el primer gobierno dirigido por Suárez. El grueso del relato se concentra en la diferencia de edad que había entre ambos. Así, la mujer detalla que en el primer episodio de agresión ella tenía 17 años y Suárez, 50. “Necesité muchísimos años de terapia para procesar el trauma y eliminar el dolor al hablar, ahora me siento segura y arropada. En aquellos momentos era implanteable denunciar y menos a un personaje así. Cuando muere su agresor, las víctimas suelen descansar, en mi caso ha sido lo contrario: fue morir y ponerle el nombre al aeropuerto, hacerle un héroe nacional, encontrarme imágenes por todas partes y ahora la serie... oigo hablar de ella y de él a todas horas, ya no puedo más”, relata la víctima a eldiario.es.

Pese a que los hechos ya han prescrito, esta denuncia está en disposición de un juzgado de Madrid tras ser remitida por la Policía Nacional. Además, según ha comprobado eldiario.es, la mujer, que en la actualidad tiene 60 años, posee un documento que la reconoce como víctima de violencia de género, así como varios informes que muestran la atención psicológica a la que se ha sometido. “He sufrido mucho en silencio, he necesitado ayuda psicológica, como he podido he ido sobreviviendo (...) Me gustaría que me dieses una explicación de por qué me tocó ser un juguete”, sostiene esta mujer en la carta que ella mismo envió a Suárez el 29 de julio de 2003.

En lo que respecta a los hechos, según se refleja en el escrito, tras pedirle a Suárez que le diera algún consejo sobre qué estudiar “para poder ayudar” a su país y a su gente, el expresidente la citó en su despacho en varias ocasiones. Fue ahí cuando se produjeron los episodios de acoso y violencia sexual, tanto en el despacho de Suárez como en el domicilio. Al margen de los hechos, en la denuncia presentada la mujer detalla la manera en la que hasta el día de hoy ha sufrido la revictimización en cada homenaje que se ha llevado a cabo a la figura del expresidente. “Llevo 43 años sufriendo una revictimización constante con información en medios de comunicación, con el nombre en el aeropuerto de Madrid, y recientemente con la emisión de Anatomía de un instante. Esta tortura duró tres años y me ha marcado toda la vida”, añade en el escrito.

Con todo ello, pese a que el acusado esté muerte, la víctima reconoce a eldiario.es que esto es una forma de reparación pública. “Las víctimas hablamos cuando podemos. A la gente le puede parecer una barbaridad que denuncie ahora, pero dentro de esta mujer de 60 años está la niña de 17 a la que violaron y agredieron, y esta mujer lo está haciendo por esa niña de 17 a la que ahora abraza”, sostiene.

La izquierda se moviliza y pide que ninguna mujer “se quede callada”

Tras conocerse la denuncia, han sido varias las formaciones las que se han pronunciado al respecto. Así, por parte del PSOE han expresado su “solidaridad” con la mujer que ha presentado la denuncia contra el expresidente del Gobierno por presuntas agresiones sexuales en la década de los ochenta. La presidenta socialista, Cristina Narbona, ha considerado "muy impactante" su testimonio y ha manifestado toda su solidaridad "con una mujer que ha callado durante tanto tiempo", en una entrevista en RNE. Pese a que Suárez falleció en 2014, la dirigente socialista considera que todavía puede haber responsabilidades en personas "que hicieron posible que eso sucediera". "Quizás ahí la Justicia tiene algo que decir", ha indicado.

Por su parte, desde Sumar han instado a que se investigue la denuncia contra Suárez “y se haga justicia”. “Gracias al movimiento feminista, hace ya un tiempo que se rompió el sello del silencio sobre las violencias sexuales, en cualquier espacio, también en la política”, sostienen los socios de Gobierno. “Esta denuncia además pone de manifiesto la necesidad de entender que la memoria democrática también debe abordar este tipo de violencias, debe reconocer y prestar atención a voces que no se escucharon en su momento. La memoria democrática también ha de ser memoria feminista”, añaden fuentes del Movimiento Sumar.

En líneas similares, desde Podemos la secretaria general, Ione Belarra, ha exigido este jueves que se retiren todos los "reconocimientos institucionales" concedidos a Adolfo Suárez, primer presidente democrático tras el franquismo. En rueda de prensa en el Congreso, ha pedido que se tomen medidas tras la difusión de esta denuncia, a la vez que ha transmitido su agradecimiento a la víctima. "Hay que ser muy valiente y tener una gran fortaleza para dar un paso adelante y señalar a un agresor que ha recibido los más altos reconocimientos políticos en este país", ha reconocido.

En este contexto, ha exigido al Gobierno y al Congreso que se retiren todos los reconocimientos institucionales que Suárez. Es decir que se borre su nombre del Aeropuerto de Barajas y que se quiten todos los bustos, cuadros o demás reconocimiento que haya recibido.

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