La ‘operación Kitchen’ no ha tenido ninguna consecuencia a efectos disciplinarios para los policías que participaron en el espionaje a Luis Bárcenas. Seis de los nueve agentes de la Policía Nacional se mantienen en sus puestos de trabajo, mientras que los tres restantes ya están jubilados.

Uno de los comisarios implicados presuntamente en el entramado sufragado con fondos reservados por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, Andrés Gómez Gordo, se encuentra al frente de la Comisaría del distrito de Villa de Vallecas (Madrid), barriada en la que residen en torno a 100.000 personas.

Francisco González es otro de los comisarios que sigue en activo, dirigiendo los hilos de la comisaría de San Blas, otro distrito madrileño que aglutina a 160.000 habitantes. Estamos a las puertas de cumplir dos años sin que el Ministerio del Interior y la Policía hayan decidido apartar a estos policías del servicio a pesar de que los indicios en cuanto a su actuación en la operación Kitchen han aumentado sobremanera, a la par que las medidas cautelares que recaen sobre ellos.

Según revela eldiario.es, la Dirección General de la Policía (DGP) apoya sus respuestas sobre la Ley 4/2010 del Régimen Disciplinario. Un portavoz del Cuerpo hace alusión al artículo 18, que regula que los procedimientos penales impiden que se dé una resolución definitiva de los expedientes en cuestión hasta la existencia de una sentencia firme.

En el artículo 33 del mismo texto se otorga la potestad al director general de la Policía de adoptar “medidas cautelares” que allanen “la tramitación del expediente y asegurar la eficacia de la resolución que pudiera recaer”. “El director podrá acordar excepcionalmente, como medida preventiva, la suspensión provisional de los funcionarios sometidos a procedimiento penal, si esta medida no ha sido adoptada por la autoridad judicial, y podrá prolongarse hasta la conclusión del mismo”, señala el citado artículo. No obstante, desde el Cuerpo tampoco aclaran si se han tomado medidas cautelares hacia ellos o de qué índole.

El chófer de Bárcenas

Según eldiario.es, Sergio Ríos cobró, al menos, 48.000 euros y una pistola a través de los fondos reservados, amén de un ingreso en la Policía a sus 42 años por su desempeño como chivato del entramado parapolicial en el espionaje a Bárcenas. El chófer de Bárcenas mantiene su puesto como policía en la Brigada Móvil de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.

El chófer de Bárcenas ingresó en el Cuerpo con Juan Ignacio Zoido como ministro de Interior y fue destinado a Lleida. Sin embargo, a los pocos meses fue recolocado en Madrid en comisión de servicio. Se trata de un mecanismo excepcional que se suele aplicar a investigadores y cuya justificación, en este caso, se basó en su estatus de divorciado y padre de dos hijos en edad escolar.

Se le destinó, entonces, a la Brigada Móvil de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, una rama suculenta para los agentes debido a los complementos y condiciones de trabajo que aporta, según eldiario.es.

Fuentes Gago y Díaz Sevillano

Ambos desempeñaron una labor similar a la de jefe de gabinete de Eugenio Pino en diferentes épocas en el organigrama de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía en plena efervescencia del caso Kitchen. Pino compensó su trabajo con la entrega de medallas rojas pensionadas y destinos en embajadas. Sin embargo, con el cambio de signo en el Gobierno en 2018, fueron cesados de sus puestos.

Fernando Grande-Marlaska, actual ministro de Interior, les relevó a un puesto alejado de cualquier haz de luz del foco mediático en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, donde aún realizan labores que se desconocen, pues ni el Ministerio ni la Dirección General de la Policía han desvelado su ocupación.

Jesús Vicente Galán

Es otro de los policías implicados en el espionaje al ex tesorero del Partido Popular y también el imputado más reciente en el caso Kitchen tras la testifical de una subordinada que confirmó que cumplió órdenes de seguimientos a Rosalía Iglesias. También fue jefe de Vigilancias y Seguimientos en la Unidad de Asuntos Internos. Actualmente, según el citado diario, actúa como jefe de una sección operativa en un distrito de Madrid cuya identidad se niega a desvelar la DGP.