María Teresa Fernández de la Vega ha presentado este jueves su dimisión como presidenta del Consejo de Estado, aunque ésta no se formalizará hasta el 18 de octubre. Llegó a la presidencia para sustituir a José Manuel Romay Beccaría en junio de 2018, convirtiéndose así en la primera mujer en España que ocupaba este cargo. 

La razón que ha motivado la renuncia se debe a que De la Vega ha cumplido su compromiso con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al frente de la institución, además de acometer una serie de reformas como la digitalización y la transparencia de la institución. Este jueves ha presidido su última reunión al frente del Consejo de Estado.

Cuando se formalice su renuncia, regresará a su puesto vitaliceo como consejera de la sección séptima del Consejo siempre que el Ejectuivo central lo apruebe. Es más, Sánchez también tiene pendiente dar luz verde al cese de Victoria Camp, que ya dimitió de su puesto. Fuentes del órgano sostienen que existe una relación entre ambas renuncias, según recoge El País.

El Consejo de Estado tiene una función meramente consultiva para el Gobierno, ya que se limita a dar su valoración fundada sobre el objeto de la consulta o de proponer otra vía resolutiva de un problema teniendo como base principal la Constitución y el ordenamiento jurídico.

Trayectoria profesional 

Cabe recordar que María Teresa Fernández de la Vega fue vicepresidenta, ministra de Presidencia y portavoz del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2011, siendo de esta forma también pionera en España al ocupar un cargo de tal relevancia en el Ejecutivo central, sumando así que fue la primera mujer en presidir un Consejo de Ministros. En cuanto a sus cargos dentro del PSOE, De la Vega ha sido diputada en el Congreso de los Diputados entre 1996 y 2010, además de vocal en el Consejo General del Poder Judicial entre 1994 y 1996.