La marea morada ha sufrido una escisión tras dos años de pandemia. Por primera vez en la historia, las feministas conocidas como “abolicionistas” han marcado su propio sendero y se han distanciado de las convocatorias tradicionales.
El Movimiento Feminista de Madrid ha marcado distancias de la multitudinaria manifestación de la capital, construyendo un nuevo camino desde la Gran Vía hasta Plaza España, en la que se han concentrado alrededor de 6.000 personas. Las protestas y reivindicaciones que se han escuchado y leído en las pancartas se resumen en tres ejes clave: abolición de la prostitución y la pornografía, rechazo a la ley trans y la autodeterminación de género impulsada por el Ministerio de Igualdad y la prohibición de la gestación subrogada.
Desde ElPlural.com hemos acudido a la cita para conocer de primera mano la sensación de las feministas. El símbolo de la mujer destacaba en los rostros de las manifestantes, niñas, jóvenes, adultas e incluso algunas entrañables mujeres mayores, todas ellas alzando la voz por una misma causa. “Ser mujer no es un sentimiento”, “ninguna mujer nace para puta” o “ley trans, misoginia y capital” son algunas de las frases que más se han escuchado, muy distintas a sus predecesoras.
“Considero que Irene Montero no es una ministra feminista”
Uno de los puntos que más revuelo ha causado por esta convocatoria han sido las críticas hacia la ley trans. Lucía, una joven que llevaba una pancarta que rezaba “In Spain we say #IreneMonteroDimisión”, ha querido matizar que las feministas abortistas no están en contra de las personas transexuales, sino de la ley: “No les ayuda a ellos y borra a la mujer, es un despropósito”.
De la misma manera, ha cargado contra la titular de Igualdad por una de sus medidas estrella: “Irene Montero está aplicando una ley que es de todo menos feminista porque perjudica a la mujer. Como no se pronuncian de manera firme sobre estos puntos considero que no es una ministra feminista”.
Las protestas de Charo y su hijo Eloy se han centrado también en la denuncia de la trata de menores y la prostitución: “Creemos en el movimiento feminista de toda la vida. Ninguna niña nace para ser puta ni vendida, ni en que se puedan comprar los bebés de mujeres más pobres. Y los transexuales su ley, no puede ocupar los espacios de poder, las competiciones deportivas, los vestuarios de las niñas”, criticaba.
El espíritu del feminismo no entiende de edades, y es que una valiente y entrañable Lola, de 95 años, ha acompañado a sus hermanas este 8M celebrando que cada vez las mujeres “son más fuertes” y lamentando que le habría gustado que no se hubiese producido dicha división en el movimiento.
"La ultraderecha es muy peligrosa para las mujeres"
Las periodistas y activistas feministas Lola Venegas y Ana de Blas han contestado a las preguntas de ElPlural.com con motivo de la primera celebración del 8M del Movimiento Feminista de Madrid. En este sentido, además de la agenda que venían defendiendo, también se han pronunciado en otros aspectos.
En términos políticos, la izquierda siempre se ha posicionado a favor de las proclamas feministas, mientras que la derecha nunca se ha mostrado de manera fiel. De Blas ha realizado una breve reflexión sobre la amenaza que supone la ultraderecha para las mujeres: “La derecha no está llevando a cabo políticas feministas allá donde gobierna. Estamos en el punto de mira para la ultraderecha porque en su proyecto de sociedad no entramos las mujeres que no nos sometemos a su idea patriarcal. La ultraderecha es negacionista de nuestras reivindicaciones y de la violencia machista, creen que esto es un discurso ideológico e invalidan toda la lucha de concienciación que llevamos a cabo para salvar vida. La ultraderecha es muy peligrosa para las mujeres”.
Por su parte, Venegas ha puesto el acento en la situación actual a nivel internacional, especialmente con el foco centrado en la guerra de Ucrania y las mujeres afganas, quienes aún están bajo el poder de los talibán: “Las mujeres son víctimas y territorio de guerra también. Las mujeres ucranianas que abandonan en masa su país están amenazadas por los tratantes de personas, los proxenetas de burdeles están intentando capturarlas, son presas fáciles para ellos porque se aprovechan de su extrema situación de vulnerabilidad”.