La reforma de la ley del solo sí es sí ha generado la brecha más profunda en la coalición en su último año de legislatura. El ala socialista del Ejecutivo abandera una reforma del articulado emanado del Ministerio de Igualdad, comandado por la titular de Justicia, Pilar Llop, cuya razón de ser pasar por enmendar los “efectos indeseados” de la normativa original. Precisamente Llop ha destacado la necesidad de reformular la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, aunque advierte de que si se registraran las mismas consecuencias, el escenario sería “bastante grave”.

“Hay un problema y hay que solucionarlo”, ha precisado la titular de Justicia en declaraciones a La Vanguardia, donde ha defendido que el articulado del solo sí es sí “es una ley del Gobierno” en el que estaba “todo el Ejecutivo”. LLop reivindica que es una “buena ley” y asegura que, pese a que su reforma fue registrada por el PSOE en solitario, ha contado con “algunas sugerencias” del Ministerio de Igualdad. En cambio, otras han caído en saco roto porque, según ha admitido, no eran de su agrado.

Llop no rehúye las divergencias entre los dos socios de Gobierno. Las posiciones “es evidente” que están bien demarcadas, pero ha remarcado que ahora es el momento de “pensar en las víctimas”. En cuanto a las vías de comunicación abiertas con su aliado minoritario en el Ejecutivo, Unidas Podemos, ha subrayado que siguen en conversaciones, a pesar de que la titular de Igualdad y dirigente de la formación morada, Irene Montero, transmitiese que las negociaciones estaban paralizadas.

Más allá de las divergencias entre los dos partidos de la coalición, la ministra de Justicia ha resaltado la importancia de “actuar en el foco del problema”, que ha vinculado exclusivamente con “las penas”. Llop reclama que estas sean proporcionadas y no den resquicio a la discrecionalidad, desligándose de una presumible vuelta al modelo anterior, tal y como concluyen en Unidas Podemos para tirar por tierra la propuesta de los socialistas.

Máxima tensión

La coalición no pasa por su mejor época. A menos de un año para que se cierre la legislatura. En las altas instancias de Moncloa, tanto en público como en privado, se niegan a hablar de una ruptura entre los dos socios. El propio Pedro Sánchez, de hecho, el pasado viernes lo descartó y este mismo lunes el ministerio de Irene Montero ha solicitado una reunión con los socialistas para cerrar un acuerdo cuanto antes sobre la reforma de la ley del solo sí es sí.

A pesar de la solicitud de Podemos, los posicionamientos aún no han salido de sus trincheras. No hay apenas avances en las conversaciones. En el ala socialista del Ejecutivo se remarcan los defectos técnicos y los “efectos no deseados” de la ley de Igualdad. En contraposición, la facción morada persiste en dar la batalla contra una judicatura machista que no interpreta, ni por supuesto aplica, el articulado de manera correcta.

Irene Montero dio forma a esta postura el pasado jueves en la Cadena SER, cuando admitió que llevaban días sin abrir el canal de comunicación con Justicia. Conversaciones rotas a raíz de las quejas de Llop en tanto en cuanto no consideraba “de recibo” que saliera más barato “agredir sexualmente y con violencia a una mujer que robar con intimidación”. En ese momento, la titular de Igualdad se negó a una vuelta al modelo pretérito, aunque abría la puerta a la subida de penas.