Andamos todos tan atareados con las informaciones acerca de las todavía tan recientes votaciones de la investidura presidencial de Pedro Sánchez y también de las primeras decisiones tomadas ya por el nuevo Gobierno de España -que es toda una novedad en nuestro sistema democrático actual, ya que se trata de un gobierno de coalición progresista y de izquierdas-, que prestamos poca o ninguna atención a otros sucesos políticos de cierta relevancia.

Uno de estos hechos, aún muy reciente, es que mientras el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, en la primera sesión de su Consejo de Ministros, aprobó el preceptivo incremento de todas las pensiones, fijado en esta ocasión en el 0,9%. Al mismo tiempo, sin que la noticia apenas haya trascendido a la opinión pública, el Parlamento de Cataluña aprobó el incremento de las retribuciones que perciben todos sus diputados. No lo hizo por el 0,9%, sino que casi dobló este aumento, fijándolo en el 1,75%.

Lo curioso y llamativo de este incremento salarial de todos los parlamentarios catalanes es que fue aprobado únicamente con los apoyos de los diputados de Cs, JxCat y PP, con las abstenciones de los representantes de ERC, PSC y CUP, y el voto en contra de ECP. La pela és la pela -me ahorra la traducción de la frase, tan popular-, y a los diputados de JxCat no les ha desagrado en absoluto esta sorprendente coalición de las tres derechas nacionalpopulistas presentes en la cámara legislativa catalana: las derechas nacionalpopulistas españolistas de Cs y PP y la derecha nacionalpopulista y secesionista catalana de JxCat.

No ha sido esta la primera vez que estas tres derechas nacionalpopulistas, que tan a menudo aparecen enfrentadas de forma muy radical, han coincidido en sus votos: lo hicieron ya en las recientes votaciones de la investidura presidencial de Pedro Sánchez, con los añadidos extremos de Vox, la CUP y algunas otras pequeñas formaciones locales.

Resulta como mínimo curioso, y hasta cierto punto también significativo, que en la votación de este incremento retributivo de los parlamentarios catalanes se ha producido la división del voto entre JxCat y ERC, los dos partidos que integran el actual Gobierno de la Generalitat presidido por Quim Torra. ERC se abstuvo, como lo hizo también la CUP, el partido que completa la mayoría parlamentaria separatista actual. Se abstuvieron también los diputados del PSC. Y los parlamentarios de EPC, los “comuns”, fueron los únicos que votaron en contra.

Lo dicho: “la pela és la pela”. O, en lenguaje quevedesco: “poderoso caballero es Don Dinero”.