Junts per Catalunya da por hecho que el Gobierno de Pedro Sánchez no logrará sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y anticipa un nuevo choque parlamentario en febrero. La formación independentista ha advertido de que votará en contra del proyecto presupuestario cuando llegue al Congreso y ha subrayado que la ruptura con el Ejecutivo es ya definitiva, pese a los últimos gestos del PSOE para tratar de recomponer puentes tras semanas de tensiones.

Así lo ha expresado el secretario general de Junts en la Cámara baja, Josep Maria Cruset, en una entrevista concedida al programa Parlamento de RNE, en la que ha sido tajante al descartar cualquier giro en la posición de su grupo. Según ha explicado, si el Gobierno no logró convencerles con las correcciones introducidas tras el rechazo a la senda de déficit - que Junts tumbó en dos ocasiones -, tampoco lo hará cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presente las cuentas públicas el próximo mes de febrero, tal y como ha anunciado el Ejecutivo.

Cruset ha insistido en que el distanciamiento entre Junts y el PSOE no admite ya remiendos de última hora. A su juicio, cuando su partido decidió romper relaciones, el escenario dejó de ser reversible y no bastaba con introducir un par de medidas para tratar de enmendar la situación. “Esto no es suficiente para cambiar nada”, ha venido a resumir, al tiempo que ha reiterado que la ruptura es “total” y que el Gobierno se enfrenta ahora a una mayoría absoluta en contra en el Congreso si insiste en llevar los Presupuestos al Pleno.

No habrá Presupuestos

El dirigente independentista ha defendido que Junts solo habría contemplado una negociación real si el Ejecutivo hubiera cumplido de manera efectiva los compromisos adquiridos durante la primera fase de la legislatura. Sin embargo, ha lamentado que, pese a los esfuerzos realizados por su formación, el Gobierno haya incumplido “sistemáticamente” los acuerdos alcanzados en el marco de la investidura. Esa falta de cumplimiento, sostiene, explica la situación parlamentaria actual y lleva a Junts a pronosticar sin ambages que no habrá nuevas cuentas públicas. “Por eso nos atrevemos a decir que no habrá Presupuestos”, ha afirmado.

Cruset ha asegurado además que en el seno del Gobierno se ha producido una toma de conciencia tardía. Según su versión, el Ejecutivo intentó transmitir que había cumplido con Junts, pero ese relato se ha ido desmoronando a medida que el PSOE ha ido perdiendo votaciones clave en el Congreso. Esa debilidad parlamentaria habría llevado incluso al propio presidente del Gobierno a reconocer públicamente algunos de los incumplimientos con la formación de Carles Puigdemont, un gesto que, en opinión de Junts, hasta hace poco resultaba impensable.

Preguntado por las negociaciones puntuales con el PSOE en iniciativas concretas, como la Ley contra la Multirreincidencia, Cruset ha querido marcar distancias. Ha recordado que Junts dejó claro que no respaldaría leyes impulsadas por el Gobierno, el PSOE o Sumar, salvo en aquellos casos en los que existieran acuerdos previos cerrados, como ocurrió con la Ley de Atención a la Clientela o la de Movilidad Sostenible. En el caso de la multirreincidencia, ha precisado que se trata de una iniciativa promovida por Junts, lo que obliga a su grupo a hablar con todas las fuerzas parlamentarias para tratar de dar respuesta a un problema que, según ha subrayado, tiene una dimensión muy real en Cataluña, donde existen cientos de multirreincidentes con miles de detenciones acumuladas.

Posibles guiños

Sobre la posibilidad de que el Gobierno realice nuevos gestos en las próximas semanas, el número dos de Junts en el Congreso ha señalado que su partido no pretende marcarle la agenda al Ejecutivo y ha remarcado que actualmente no existe ningún tipo de negociación ni contacto político entre ambas partes. No obstante, ha reconocido que se están produciendo movimientos que evidencian que “no es cierto que no haya cambiado nada” y que el Gobierno se ha visto obligado a reaccionar.

Entre las cuestiones pendientes, Cruset ha citado la Ley contra las okupaciones y el traspaso de las competencias en materia de inmigración a la Generalitat, asuntos que, a su juicio, dependían exclusivamente del PSOE y de su capacidad para articular mayorías en el Congreso. Pese a ello, ha reiterado que la relación con los socialistas está rota de forma irreversible.

El dirigente independentista ha ido más allá y ha vinculado esa ruptura a la sucesión de polémicas que afectan al entorno socialista, como el caso Salazar, la dimisión del presidente de la Diputación de Lugo por presunto acoso sexual o las detenciones relacionadas con la exmilitante Leire Díez y el expresidente de la SEPI. En ese contexto, Junts asegura sentirse cómodo al no mantener ninguna relación política con el PSOE ni formar parte de su proyecto.

Cruset ha concluido que corresponde ahora a los socialistas explicar a la ciudadanía cuál es la situación real y cómo piensan alargar la legislatura en estas condiciones. En cualquier caso, ha dejado claro que el parón navideño no servirá para recomponer la relación. “Somos un proyecto político serio y previsible”, ha zanjado, descartando cualquier cambio de rumbo.

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