El juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, ha imputado al secretario de Estado de Seguridad y al director adjunto operativo de la Policía durante el Gobierno de Mariano Rajoy, Francisco Martínez y Eugenio Pino, respectivamente. Lo hace en el marco de la investigación de una presunta trama de extorsión al abogado Javier Gómez de Liaño con el objetivo de que no se publicasen informaciones que pudieran compromete al PP cuando el letrado representaba al extesorero de la formación conservadora, Luis Bárcenas.

Se enmarca en la pieza 36 del caso Villarejo, que mantiene imputados a los tres participantes en una conversación grabada y que se aporta a la causa en la que sus miembros hablan de una operación para chantajear a Gómez de Liaño a partir de información acerca de un supuesto cobro en negro del abogado por defender al mafioso ruso Zakhar Kalashov y que se detuvieran las publicaciones periodísticas sobre la financiación irregular del PP que datan de 2014.

En concreto, una de las personas que aparece en el audio señala que al frente de la maniobra se encuentra un abogado del Estado en excedencia que responde a la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Los donde dijo digo de Cospedal han sido una constante, y es que ella misma aseguró, al declarar como testigo, que desconoce la trama. En aquella ocasión defendió no saber quién pagaba a los abogados de Bárcenas, pero antes había reconocido que el dinero procedía del PP.

Por su parte, la declaración del que fuera director operativo de la Policía tendrá lugar a petición de Gómez de Liaño, quien ejerce la acusación particular, así como con el respaldo de la Fiscalía Anticorrupción, aunque todavía no hay fecha estimada.

El auto destaca, en palabras de García Castellón que en el momento presente ni imputados ni testigos han vinculado a Martínez con los hechos, mientras justifica la citación porque, según muestran las anotaciones del comisario, era conocedores de los mismos.

En las páginas, Villarejo recoge hasta ocho citas con Francisco Martínez, alias Chisco, en el marco de la operación que el comisario bautizó como Operación Kalasov, obedeciendo así al nombre del mafioso ruso que habría pagado cinco millones de euros al abogado; hecho que este segundo desmiente tajantemente.

De esta manera, el comisario escribe en su agenda los nombres de las reuniones. Por fechas, por ejemplo en abril de 2014 aparece “Kalas-Liaño” al lado de “Chisco”. O antes, en 2013, cuando aparecen dos citas en las que se aprecia la siguiente frase: “Sergi dice que Liaño recibe dinero de Suiza”. En total hay seis citas de 2014 y dos del año anterior. Esta es la razón por la que el juez cita también como investigado a Eugenio Pino; ya que en la agenda aparecen anotaciones para tratar con él el tema de Liaño.

Cabe destacar, como apunta el medio mencionado, que la agenda de Villarejo se toma como prueba creíble por los investigadores del caso porque responden a anotaciones que su persona había destinado para su uso personal y que se incautaron cuando él ya estaba en la cárcel y creía estar a salvo de las pesquisas.

Martínez y Pino se sentarán en el banquillo de los acusados por la Operación Kitchen, que versa sobre el espionaje a Bárcenas con cargos a los fondos reservados. La Fiscalía pide 15 años de cárcel para cada uno. Al tratarse la Operación Kitchen de la estrategia ilegal para destruir la investigación judicial de la caja B del PP, la trama paralela para presionar al abogado de Bárcenas por la que tanto Martínez como Pino deberán comparecer se llama Kitchen Paralela o jurídica.