Gobierno y Generalitat de Cataluña han dado un paso más en el camino hacia la financiación singular. El nuevo sistema se basará en los ingresos de las comunidades autónomas y no en el gasto, como ocurría hasta ahora. El acuerdo entre sendas administraciones encarrila el objetivo, aunque no se ha diseñado una agenda de implantación, como tampoco se han facilitado cifras previstas. De hecho, abre la puerta a que sea la Agència Tributària de Catalunya (ATC) sea la encargada de recaudar todos los impuestos, trabajando con independencia a la Agencia Tributaria.
Las dos administraciones han dado un paso significativo en la reforma del modelo de financiación autonómica. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el conseller de Presidencia, Albert Dalmau, han comparecido este lunes en rueda de prensa para detallar los avances en un nuevo sistema fiscal que supondría un cambio de paradigma en la relación financiera entre Cataluña y el Estado. También ha participado en la reunión la consellera de Economía y Hacienda de la Generalitat, Alícia Romero.
Desde el Govern destacan que el modelo parte de una visión “más madura” de las comunidades autónomas: ya no se trata de esperar a que el Estado les transfiera los fondos necesarios, sino de que sean ellas mismas quienes generen los ingresos, recauden los tributos y gestionen el gasto de acuerdo con sus prioridades.
En términos prácticos, la propuesta implica que Cataluña - y cualquier otra comunidad que decida sumarse - se encargará de recaudar todos los impuestos generados en su territorio. A partir de esa cesta tributaria, se establecerá qué porcentaje corresponde al Estado, que se quedaría con una parte para cubrir sus gastos en Cataluña. El resto iría directamente a las arcas de la Generalitat.
Uno de los puntos clave será acordar qué tributos se incluyen en ese paquete fiscal y cómo se reparte cada uno entre las dos administraciones. Superada esa fase, el modelo contempla una aportación de Cataluña a la solidaridad interterritorial, eso sí, respetando el principio de ordinalidad: es decir, que la comunidad no pierda posiciones en la clasificación de recursos per cápita tras el reparto. Además, el Estado se comprometería a transferir a la Generalitat los recursos necesarios para financiar las competencias ya traspasadas, como educación, lengua, seguridad o vivienda, entre otras.
El futuro de la ATC
Otro de los ejes del nuevo modelo es que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) asuma, a medio plazo, la recaudación total de los impuestos en la comunidad. La idea es que opere de forma completamente independiente respecto a la Agencia Tributaria estatal, aunque sin aislarse: ambas administraciones fiscales deberán coordinarse para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.
Eso sí, desde el Govern han admitido que a día de hoy la ATC no está preparada para gestionar el conjunto de tributos: carece de los recursos tecnológicos, del personal suficiente y de la infraestructura necesaria para asumir esta responsabilidad de forma inmediata.
Para remediarlo, se ha encargado a la empresa Indra la elaboración de un plan director que trace la hoja de ruta para convertir a la ATC en una agencia plenamente operativa. Dicho plan se entregará a la Generalitat la próxima semana y recogerá tanto las fases de implementación como las necesidades de crecimiento de la agencia tributaria catalana.
Con este modelo, el Govern aspira a avanzar hacia una relación fiscal “más justa y equilibrada”, sin dejar de lado la cooperación con el resto del Estado, pero con mayor capacidad de decisión y autonomía financiera. El Ejecutivo central, por su parte, no cierra la puerta a este tipo de acuerdos bilaterales siempre que respeten los principios constitucionales y sirvan para mejorar la eficiencia del sistema.
"El acuerdo permite hacer un cambio de paradigma muy importante en materia de financión"
El conseller de Presidencia, Albert Dalmau, ha asegurado en la rueda de prensa que es necesario este nuevo sistema de financiación para Cataluña y que el actual "está caducado desde hace más de 14 años". Además, ha remarcado que cuando se habla de financiación se habla “de financiación de nuestra sanidad, de nuestra educación, de nuestras infraestructuras y, por lo tanto, de los servicios públicos de nuestro país” y ha reivindicado la vía de la colaboración frente a la confrontación. “El acuerdo permite hacer un cambio de paradigma muy importante en materia de financiación, estamos hablando de una nueva arquitectura de financiación para los servicios públicos que pasa de un modelo basado en los gastos a uno basado en los ingresos”, ha declarado.
Por su parte, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha afirmado que tanto el Gobierno como la Generalitat se comprometen a impulsar los cambios legislativos pertinentes para que la Agència Tributaria de Cataluña “lleve progresivamente competencias como la gestión del IRPF y del resto de los tributos”. Asimismo, ha explicado que para hacer efectivo el traspaso de competencias a la ATC se constituirá un grupo de trabajo entre las dos instituciones.