El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la concesión de la Gran Cruz del Mérito Civil al que fuera vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba por su “papel fundamental” en la lucha contra el terrorismo de ETA.

Así lo ha anunciado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. En esta comparecencia se anunciaron las condecoraciones que el actual titular de Interior había propuesto, entre las que figuraba el mítico político socialista.

El ex secretario general del PSOE falleció hace un año y medio, el pasado 10 de mayo del 2019. El que fuera vicepresidente y ministro del Interior durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno, sufrió un infarto cerebral en su vivienda del que no pudo salir tras dos días de ingreso hospitalario.

Debido a su trayectoria, el actual ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, le propuso para la concesión de la Gran Cruz del Mérito Civil y del Mérito Policial por su “papel fundamental” en la lucha contra el terrorismo de ETA.

"Fundamental en la lucha contra ETA"

Militante del PSOE desde 1974, su actividad en el Ejecutivo comenzó en 1982, cuando, en el primer Gobierno de Felipe González, fue nombrado director del gabinete técnico de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. En los años siguientes fue ascendiendo en el escalafón del ministerio hasta convertirse en 1992 en ministro de Educación y Ciencia. Desde allí impulsó la LOGSE y participó en la redacción de las leyes de la Ciencia y de Reforma Universitaria (LRU). Su fama de buen negociador arrancó con las movilizaciones estudiantiles del curso 1986-1987. Él solía recordar con gran aprecio su etapa en ese Ministerio.

En 1993, en el último Gobierno de Felipe González, fue nombrado ministro de la Presidencia y ejerció de portavoz y defensor del Ejecutivo en los años más duros del felipismo por las revelaciones sobre las actuaciones de los GAL.

A lo largo de su carrera política fue diputado por Toledo, Madrid, Cantabria y Cádiz. Cuando el PSOE volvió al Gobierno en 2004, fue portavoz parlamentario hasta 2006, aunque con una influencia en el entorno de Zapatero que superaba sus competencias en el Congreso.

Aunque Rubalcaba había optado por José Bono en el 35 Congreso del PSOE que encumbró a Zapatero, inmediatamente se sumó al equipo del leonés y tendría un papel clave en la campaña electoral 2004, hasta el día antes de la cita con las urnas. En plenas protestas callejeras contra el PP para reclamar la verdad de la autoría sobre el atentado del 11-M, Rubalcaba lanzó la frase "los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta", que contribuyó a la movilización del electorado de izquierda en aquellas elecciones, dándole la victoria al PSOE.

Como portavoz parlamentario en la primera legislatura de Zapatero, Rubalcaba participó en las negociaciones para rebajar en el Congreso el Estatut que había aprobado el Parlamento catalán. En 2006, año en que fue nombrado ministro de Interior, se implicó personalmente en la negociación con ETA y vivió directamente su fracaso, con el atentado del 30 de diciembre en el aeropuerto madrileño de Barajas.

Siguió ganando peso en el Gobierno de Zapatero en 2010, cuando sumó a la cartera de Interior la Vicepresidencia y Portavocía. Ya entonces justo un año antes de que ETA anunciase el fin de su actividad criminal, buena parte del PSOE le señalaba como sucesor para intentar mantener a flote unas siglas en caída libre por la gestión de la crisis económica.

Una pugna por el liderazgo

Rubalcaba fue, en efecto, candidato socialista en las generales adelantadas a 2011 y, pese a la derrota - 110 escaños, un suelo histórico entonces -, pugnó por liderar el partido. El PSOE se abrió en canal entre Rubalcaba y su contrincante, la también exministra Carme Chacón (fallecida en 2017), y el aspirante obtuvo su victoria por solo 22 votos.

Ejerció así de líder de la oposición a Mariano Rajoy, hasta que anunció su intención de renunciar en mayo de 2014, nada más perder las elecciones europeas. Unos días después, el 2 de junio, el Rey Juan Carlos comunicaba su abdicación. Antes de marcharse definitivamente, Rubalcaba se aseguró de que el PSOE mantenía el respeto constitucional y apoyaba la ley que hizo efectiva la sucesión en el trono.

Ese otoño de 2014, Rubalcaba no regresó al Congreso, sino a la Facultad de Ciencias Químicas, donde volvió a dar clase a los 63 años. También formó parte del Consejo editorial del diario 'El País'.