El pasado 18 de septiembre de 2013, Javier Gómez de Liaño entregaba al juez Pablo Ruz dos cartas. Una era copia de la que su defendido, Luis Bárcenas, había enviado esa misma mañana a su representante legal en Suiza, Jean Marc Carnicé. En esta carta, el extesorero del PP pedía a su abogado que prestara toda la colaboración necesaria al propio Ruz, que se iba a trasladar a Suiza en comisión judicial el 2 de octubre.

"...como demostración de la predisposición del señor Bárcenas a colaborar al máximo..."
La segunda iba firmada por el propio Gómez de Liaño, e iba dirigida directamente al propio Ruz. En ella, de manera inequívoca, Bárcenas, sin duda con el consejo del abogado, venía a poner blanco sobre negro el cambio que desde el verano venía realizándose en su relación con el juez de la Audiencia.

Esta segunda carta, de cuyo contenido ya se supo, y, es muy ilustrativa y explicaba las razones de la existencia de la otra carta que se entregaba a Ruz, la enviada a Suiza: "...como demostración de la predisposición del señor Bárcenas a colaborar al máximo en la instrucción del procedimiento y, por consiguiente, acreditar que muy lejos de su ánimo está el hacer cualquier maniobra o acto encaminados a la ocultación, alteración o destrucción de fuentes de prueba", se puede leer en el arranque de la misiva.

Alejándose de Génova, acercándose a Ruz
asta era, como decimos, la plasmación de un cambio en el comportamiento de Bárcenas: el de su actitud frente a la justicia. Un cambio que se plasmó a partir de su cambio de abogados -dejó a los que le había puesto el PP y los cambió por Javier Gómez de Liaño-; que aún quedó más patente en su comparecencia ante Ruz, en la que hizo revelaciones incriminatorias;  que se rarificó en la entrega de documentos al juez, incluido el pen-drive... En fin, un proceso paralelo, durante el que se alejaba de la influencia de Génova, y se 'acercaba' al juez.

¿A cambio de qué? En medios judiciales que participan en el proceso no cabe duda de lo que pretende el extesorero. Lo que está diciendo Bárcenas al juez es que está dispuesto a colaborar a cambio de lograr su puesta en libertad condicional. La estrategia que se plantea en estos casos, un pulso no verbalizado, es cómo se lleva a cabo 'la transación': se me libera de la cárcel y colaboro plenamente, o colaboro plenamente y así consigo la libertad. Lo que nos vienen a decir en esos medios cercanos al proceso es que Bárcenas y Gómez de Liaño en estos momentos están 'tanteando' al juez, mostrando su buena voluntad, a la espera de lo que pueda caer.

Ruz, metódico y molesto
El juez Ruz, que en un principio pareció el 'preferido' por Génova (desde luego lo fue cuando apareció Gómez Bermúdez a lomos de la demanda que presentó Izquierda Unida) ha ido cambiando la imagen que de él mantienen las defensas y las diferentes acusaciones particulares. En la dirección del PP le ven ahora de manera muy diferente. Desde luego, gusta mucho menos a 'los populares' desde que les excluyó como parte personada en el caso, acusándoles de ser a un tiempo acusación y acusado. Pero aún les ha preocupado más con la manera en que está llevando la investigación de un hecho muy peligroso para el futuro de su número dos, el del recibí de 200.000 euros en el que anda enredada María Dolores de Cospedal, por el que supuestamente Sacyr entregó un dinero para su campaña coincidiendo con la concesión de una contrata de retirada de basuras para la ciudad de Toledo.

El fiscal del caso, con el que supuestamente Ruz lleva la instrucción, Antonio Romeral, actuó en este asunto de acuerdo con el juez para pedir al PP "toda la documentación contable o de cualquier otra índole". Pero el fiscal se opuso a que se llamara a declarar a José Angel Cañas, gerente del PP en Castilla-La Mancha, así como a Vicente Tirado, el 'segundo' de Cospedal y que supuestamente habría 'actuado' para lograr el acuerdo de 'la donación' de los 200.000 euros. Pues bien, el juez, no dudó en ignorar la 'oposición' del fiscal, algo que se cuida de hacer pocas veces, y ha solicitado la comparecencia para dar testimonio a primeros de noviembre de Cañas y Tirado así como que se investiguen los posibles vínculos entre donación de Sacyr y el contrato con el ayuntamiento de Toledo.

En este caso ha resultado fundamental la documentación y el testimonio de Bárcenas. Igualmente lo podría ser para que llegue a buen puerto la indagación del juez en Suiza y para la que, como hemos dicho, el extesorero popular se ha ofrecido a ayudar a través de su abogado en aquel país...

Ruz no es Alaya, pero no se detiene en su marcha
Estos movimientos de su antiguo afiliado y directivo, preocupan enormemente en Génova. "Ruz no es una Alaya -nos han dicho gente que conoce bien la investigación que lleva a cabo el magistrado de la Audiencia Nacional, y que confrontan su actuación con la magistrada de los ERE de Andalucía-. Es muy reacio a meter a gente en la cárcel, de hecho sólo lo ha hecho con Bárcenas y sigue sin decidirse a hacerlo con su mujer; se mueve con pies de plomo para pedir registros, como lo demuestra que tan sólo ha pedido el de la oficina del arquitecto que llevó a cabo la remodelación en Génova y no la de la sede.., pero no da un paso atrás".

Una constancia y una solidez que, nos dicen, preocupa mucho en la dirección 'popular', y que se concreta en dos aspectos. Por un lado en que el juez, como hemos recordado antes, les mantiene fuera de la investigación desde que les 'expulsó' como acusación particular. Por otro, en que no rechaza entrar en temas espinosos, como están siendo las investigaciones sobre financiaciones irregulares en Castilla-La Mancha, en La Rioja, en Pontevedra o en Valencia. Y, sobre todo, en que mantiene abierta la 'escucha' a un Bárcenas que cada vez da más claros deseos de 'negociar'.

Discos duros y agendas cuyas copias podrían 'aparecer'
¿Qué podría tener Bárcenas para seguir 'negociando' su colaboración con Ruz? Es especulación, pero en el entorno del proceso se piensa que los discos duros de los ordenadores que se borraron en Génova fueron copiados antes, así como las agendas que su secretaria en Génova declaró ante Ruz "haber destruido". Y, desde luego, Bárcenas podría ser clave para aclarar la última petición que el pasado viernes ha realizado Ruz a la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF): la investigación de coincidencia en fechas y cantidades entre movimientos en las cuentas del extesorero en Suiza y los apuntes de los supuestos pagos en negro que aparecen en 'sus anotaciones de la contabilidad en B del PP.

Si se demostrara la relación directa entre ingresos en cuenta y apuntes contables, la situación se complicaría muy mucho para Génova.., y para Moncloa. Porque vendría a demostrarse que el dinero 'en negro' era del PP, independientemente de que Bárcenas se lo apropiara y lo ingresara en sus cuentas, o de que esas cuentas fueran en todo, o en parte, propiedad del propio partido y Bárcenas no fuera en esos casos sino un testaferro.

Bárcenas ha tendido la mano. De lo que ponga en ella, quizás dependa que el juez pueda escuchar sus peticiones no sólo para lograr salir de la cárcel con la libertad condicional, sino también para que su mujer no sólo no ingrese en prisión, sino incluso para que pueda disponer de más dinero para su vida diaria. Un diálogo de gestos, sin palabras, que en Génova escuchan con suma atención.