En la sesión plenaria celebrada esta tarde en el Congreso de los Diputados, la intervención del diputado catalán Gabriel Rufián ha estado marcada por el debate entre la lengua vehícular en España y las lenguas secundarias, tales como el catalán o el vasco.

Rufián comienza su intervención mencionando "el debate sobre el castellano perseguido en Cataluña", asegurando que es una "falacia". Acto seguido, ha comenzado a lanzar su discurso en catalán "como una prueba" para ver si el resto de diputados comprendían sus palabras.

Sin embargo, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha tenido que interrumpirle en dos ocasiones, explicando que se puede hablar en esta lengua "de manera acotada" para citar o mencionar alguna frase corta, pero no para recitar un discurso completo, instándole de este modo que prosiga utilizando el castellano.

"¿Ven? Y luego dicen que es el castellano el que está perseguido y amenazado", recibiendo el aplauso de la bancada de ERC.

Gabriel Rufián prosigue su discurso aludiendo a la inversión lingüística. "Un país, dos lenguas: uno hablado por 577 millones de personas, el segundo o tercer idioma más hablado del planeta; y el otro, hablado por apenas 10 millones", poniendo sobre la mesa así que la lengua que hay que "proteger y preservar" es la catalana, "por sentido común", asegura.

Del mismo modo, arremete contra los diputados de la derecha advirtiéndoles de que "dejen de hacer apología de la ignorancia".