Imagen de la publicación alemana ‘Bild’, en la que aparece Corinna tras el Rey durante un viaje oficial a Stuttgart



“Corinna ya no es más que un recuerdo, una vieja amistad. Estoy en condiciones de afirmar que la alemana Corinna Zu Sayn-Wittgenstein ya no está en la vida de don Juan Carlos”. La afirmación es de Fernando Ónega en su libro ‘Juan Carlos I, el hombre que pudo reinar,’ que recoge los primeros testimonios del Rey tras su abdicación.

Detalles de la caída
El periodista recoge, además, otro de los episodios más polémicos del Rey Juan Carlos, su cacería en Botsuana, en abril de 2012, donde estaba en compañía de Corinna.

La caída del Monarca, según escribe Ónega, se produjo de noche cuando el Rey “se levantó para ir al baño, tropezó con un escalón y se rompió la cadera”.

Los reproches de Felipe
A su regreso a España, el Rey tuvo que enfrentarse, además de a los españoles, que se enteraron entonces de las andanzas amorosas del monarca con la alemana, con su familia. Según Ónega, Felipe VI le reprochó duramente su actitud.

“El asunto fue tan fuerte y de tal intensidad informativa –escribe el periodista-, que la leyenda cuenta que el propio príncipe don Felipe confeccionó un dossier con la totalidad de notas de prensa, se presentó en la clínica con él bajo el brazo y le dijo a su padre: ‘Esto es lo que has provocado’”.



El Rey pidió a Cristina su renuncia
Ónega también recoge que el Rey Juan Carlos pidió a la Infanta Cristina que renunciara a sus derechos dinásticos para contribuir a aliviar el daño que ha causado el caso Nóos a la Corona. Le envió su mensaje a Estados Unido a través del exjefe de la Casa del Rey Fernando Almansa y de un directivo de Telefónica en EEUU, donde residió el matrimonio Urdangarin-Borbón hasta 2012.

El Rey envió a Almansa a Estados Unidos con los mensajes de que lo ocurrido era gravísimo, que institución monárquica era la más dañada y que el Rey solicitaba de la Infanta “algún gesto, algún detalle con su padre para que, si no se podía reparar el daño causado, por lo menos pudieran aliviarse las consecuencias”.

La Infanta se negó
Ante la negativa de la Infanta, la Casa decidió a finales de 2011 apartar al matrimonio de la actividad oficial de la Familia Real, según recuerda Ónega.

Ha habido nuevos mensajes desde Zarzuela
Ónega ha desvelado que ha habido “nuevos emisarios” desde Zarzuela, “alguno muy conocido”, pero la respuesta por parte de la Infanta es que “sigue tomando nota”.

La visita de Iñaki al Rey en el hospital
El libro también recoge la tensión que se vivió en Zarzuela cuando la Infanta Cristina anunció al Rey que iría a visitarle al hospital junto a su marido. Sus asesores intentaron que desistiera de recibirles, pero el Monarca que no se había negado cuando su hija menor le llamó para comunicarle: "Voy a ir con Iñaki', les respondió que  “ya he dicho que sí y no puedo dar marcha atrás a una decisión tomada”.