No paran de crecer los problemas para Pablo Casado. El líder del Partido Popular, más discutido que nunca tras su pugna con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está viendo en los últimos días como hasta la Fundación FAES de José María Aznar, otrora gran apoyo de este, ha decidido marcar distancias con el dirigente popular y la cúpula de Génova.
Sin ir más lejos, este lunes FAES ha publicado un editorial instando a la oposición –evitan mencionar a Casada a toda costa- a ser una “alternativa” que se “ofrezca de manera creíble” frente a un “Gobierno que daña las instituciones, enfrenta a los españoles y deteriora sus derechos, devalúa la posición internacional de España y utiliza la propia cohesión nacional como partida de negociación para permanecer en el poder”.
Una alternativa que, según FAES, debe de crecer desarrollando su componente propositivo y sostenido sobre los "buenos modelos de gobierno territorial a los que hay que añadir la propuesta de conjunto para todos los españoles". En otras palabras, que imite el liderazgo de los barones territoriales del PP: Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), Fernando López Miras (Región de Murcia), Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía), y la propia Ayuso.
Duras críticas a España Vaciada y al Gobierno
En este sentido, FAES recomienda a Casado a centrar su proyecto en una “propuesta nacional” que desmienta a los que creen que en la fragmentación política o territorial se encuentran ahora las oportunidades, en clara alusión a las diferentes plataformas de la España Vaciada que están surgiendo en los últimos meses. Una división que, siempre según la mencionada fundación, va a situar a la sociedad española ante una "decisión capital" para los próximos años porque se tratará de elegir entre "agravar el actual modelo, disfuncional, extractivo e injusto, o recuperar las instituciones democráticas para el interés general".
En este sentido, asegura que el Gobierno de Pedro Sánchez carece de liderazgo frente a la pandemia, sin la más mínima proyección exterior y cree que su única expectativa es seguir emitiendo deuda que compre el Banco Central Europeo. Sin embargo, afirma que el jefe del Ejecutivo se mantiene en la Moncloa porque sus socios "secesionistas y de la extrema izquierda populista" creen que todavía pueden extraer más de este "filón".
Asimismo, entre otras cosas, FAES también acusa a Sánchez de haberse instalado en la “inconstitucionalidad”, haber “huido de la responsabilidad” y “parasitar” el éxito de las CCAA en la gestión de la vacunación. “Ha dañado las instituciones de la democracia representativa eludiéndolas hasta llegar a cancelar el régimen de control parlamentario propio de aquellas, según ha declarado el Tribunal Constitucional en uno de los reproches más graves –si no el que más– que se pueden hacer a un Gobierno en un sistema democrático”, denuncia la fundación.
Segundo tirón de orejas de FAES en menos de una semana
Un editorial de FAES que llega menos de una semana después de que la propia fundación avalara la estrategia negociadora de la patronal CEOE en la reforma laboral, distanciándose nuevamente de la postura de Casado.
De hecho, el portazo de Génova a esta medida le está generando a Casado una nueva herida interna, ya que un sector importante del PP, encabezado por Feijóo, ya ha mostrado públicamente su malestar por la postura de bloqueo de los populares.
Unas voces críticas que están generando una gran confusión en la estrategia de comunicación del PP. Prueba de ello es el lío que los propios populares armaron este domingo, con el portavoz nacional de estos, José Luis Martínez-Almeida, adelantando en una entrevista a ‘El Confidencial’ que el PP se abstendría en la convalidación de la reforma laboral, y al mismo tiempo la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, insistiendo en que no se moverían del ‘no’ pese a reconocer que “la contrarreforma laboral” ha resultado siendo “menos mala de lo esperado”.
Una controversia que ha obligado este lunes a Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado, a comparecer para matizar que su partido votará en contra de la reforma laboral “por coherencia”, independientemente de lo que hagan PNV, ERC o EH Bildu, que han amenazado con votar en contra.
