Génova declara el estado de euforia para afrontar el rush finale de la campaña electoral. El cara a cara entre los dos principales candidatos a la Presidencia del Gobierno ha dejado un gran sabor de boca en los paladares conservadores. También en los satélites mediáticos de la derecha, con la práctica totalidad de los editoriales loando la compostura de Alberto Núñez Feijóo frente al “nerviosismo” que atribuyen a Pedro Sánchez. Optimismo que, desmedido o no, contrasta con el ánimo apesadumbrado del cuartel general del Partido Socialista, que veían este debate como una oportunidad de oro no solo para apuntalar la remontada, sino para materializarla el próximo 23 de julio; pese a que, con todo, no pierden la fe para estos más de 12 días que restan antes de la cita con las urnas.

Las voces “derrota” o “pierde” convergen en los editoriales de los principales medios de la derecha mediática. Todos ellos resaltan, no la victoria “triunfal” del líder de la oposición, sino que focalizan sus titulares en la figura del presidente del Gobierno Pedro Sánchez; señalándole como el “derrotado” e incluso diluyen al candidato del Partido Popular a la Moncloa entre las críticas al líder de los socialistas. Es el protagonista indiscutible de las columnas de las cabeceras de la órbita mediática de Génova, aunque ello no impide que exhiban un estado de euforia similar al que se decretó en el cuartel general de los conservadores a la llegada del gallego.

El PP se crece…

La euforia del entorno de Feijóo comenzó nada más terminar el enfrentamiento dialéctico con Sánchez en pleno plató de Atresmedia. Las miradas, los semblantes y la actitud en las figuras que acompañaron al dirigente popular hasta el estudio de San Sebastián de los Reyes así como en el propio líder denotaban gran satisfacción con el resultado. Las sonrisas eran amplias y los golpes en el brazo de Feijóo casi se sentían. Tal fue la alegría que Feijóo se trasladó hasta Génova para recibir el apoyo de los afiliados y simpatizantes y para dar una comparecencia al puro estilo balcón tras las elecciones.

“He de reconocer que me lo he pasado muy bien, es la primera vez que puedo debatir con Sánchez con el mismo tiempo y es una experiencia que cualquiera debería activar y vivir", comenzó el dirigente popular entre risas antes de sostener que "sabía que la verdad es lo más importante". Así lo aseguró rodeado de personas con carteles con el lema de campaña “es el momento” y gritos de “presidente”. Con tono victorioso, Feijóo dijo sentirse “orgulloso” al tiempo que apelaba a la verdad frente a la mentira. Cabe destacar que el líder popular lanzó durante el debate al menos 13 falsedades y una media verdad, desde las cifras del paro hasta Pegasus o la vivienda pública durante su etapa al frente de la Xunta de Galicia.

Feijóo: “He de reconocer que me lo he pasado muy bien, es la primera vez que puedo debatir con Sánchez con el mismo tiempo"

Así, el dirigente insistió en algunas de las propuestas que puso encima de la mesa, algunas de forma textual, como una suerte de pacto contra los extremos para dejar que gobierne la lista más votada. Una apuesta que responde a su ventaja en las urnas a la luz de las encuestas pero que su formación no ha respetado cuando ha sido el PSOE el que ha ganado las elecciones. Véase Extremadura con Guillermo Fernández Vara, como el propio Sánchez le ha recordado a lo largo de todo el encuentro televisivo. Pero el ánimo de Feijóo del debate ha sido muy exultante. "Vamos a seguir trabajando en la campaña electoral, pero no os oculto que los días que quedan serán muy apasionantes", reconoció.

Y es que, tal y como admitió ante los micrófonos de laSexta minutos después de finalizar el único asalto con el dirigente socialista, Feijóo vio a su contrincante "tenso" e incómodo, aunque consideró que fue un "debate útil para los españoles que estén indecisos con su voto". Desde Génova, sin embargo, fueron lanzando consideraciones contra la puesta en escena de Sánchez durante el propio cara a cara. A su juicio, el líder popular fue "directo" y "contundente" frente a un Sánchez que fue “a rebufo” de los embistes de Feijóo. Así, consideran el que va a ser el único encuentro entre ambos ha sido “un chute de energía” para las filas populares.

Y este martes, la resaca de la fiesta. El portavoz del PP, Borja Sémper, ha celebrado la posición “serena y sensata” de Feijóo frente a un Sánchez “nervioso, desorientado en la estrategia y en una situación complicada” especialmente tras los comicios del 28 de mayo. El también vicesecretario de Cultura de la formación ha considerado que la opinión generalizada del cara a cara ha dado la victoria al dirigente popular, del que ha dicho ha dado muestra de que es un candidato “preparado, solvente y serio para afrontar los retos de nuestro país en el futuro”.

“La campaña se ha instalado en otro escenario. Ya no hay duda de que el PP va a ganar las elecciones”, ha afirmado con vehemencia en una entrevista en Hoy por hoy y en El programa de Ana Rosa. También la secretaria general de la formación y portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha indicado que están "muy satisfechos" con el enfrentamiento por la "contundencia" de su presidente. A su juicio, “los españoles han podido escucharle".…al son de la derecha mediática

…al son de la derecha mediática

La última bala de Sánchez también era de fogueo”, titula La Razón en su editorial, que acompasa la columna del director, Francisco Marhuenda, y que rotula con contundencia: “Una clara derrota de Sánchez”. Entregan la batuta del debate a un Alberto Núñez Feijóo que “marcó los puntos decisivos” del cara a cara. No obstante, si bien en sectores de la izquierda se le atribuye al gallego que arrastrara por el fango el debate, en el editorial de este medio de comunicación es el presidente del Gobierno el que “enfangó el terreno de juego […] hasta niveles irritantes” al evocar el 11M, la Gürtel o demás “insinuaciones malévolas”. Un tablero embarrado al que, según La Razón, también descendió el líder de la oposición con las insinuaciones de ETA. No obstante, considera “preciso” remarcar que Sánchez, a su juicio, planteó bien la partida al conducirla hacia el ruido.

EDITORIAL LA RAZÓN

Por su parte, Marhuenda alude al “nerviosismo” del candidato socialista, así como a la “crispación” que evidenció durante el debate con “interrupciones constantes” a su adversario. “En esta ocasión mostró en directo su desesperación ante la derrota. Un político contra las cuerdas por culpa de sus mentiras o cambios de opinión, así como sus pactos con el brazo político de ETA, independentistas y comunistas”, escribe el director de La Razón. Por el contrario, describe a Feijóo como un “hombre tranquilo” a pesar de las gesticulaciones de su adversario, lo cual ha descrito como una “técnica habitual de los comunistas en las asambleas de la facultad”.

MARHUENDA

Por su parte, El Mundo describe a Sánchez en su editorial como un “hombre desbordado”, claro derrotado en el “histórico cara a cara” con el líder de la oposición. Resaltan que el “nerviosismo” se apoderó de la figura del presidente del Gobierno, hasta mostrarse “errático” durante los 100 minutos de debate. No obstante, consideran que el recurso de Vox “le dio oxígeno” frente a “un Feijóo sereno”. “Perdió de forma ostensible” a pesar de su “experiencia mediática”. Por su parte, el líder conservador acudió con la premisa de no meter la pata, aunque “los papeles se intercambiaron ya desde el primer bloque”, que a ojos del diario de Unidad Editorial era el “más favorable” para el candidato socialista. Ese inicio fulgurante del gallego impidió que su adversario “pudiera recuperarse” en un “bronco cara a cara que escenificó los dos temperamentos políticos”.

EDITORIAL EL MUNDO

Uno de las plumas más codiciadas en la órbita de la derecha mediática es sin duda Jorge Bustos, quien en su columna de este 11 de julio se refiere al cara a cara como “un experimento interesante” que enfrentaba a un “hombre de mediana edad nacido en una aldea de Ourense” frente a un “sofisticado prototipo de inteligencia artificial, generado por ordenador conforme a cánones convencionales de belleza masculina, que concurre a las elecciones en representación del progreso”. Así describe a Sánchez el subdirector de El Mundo, como un “software pionero” y programado para “la conquista y retención del poder”, pero no para “responder moralmente de su ejercicio, porque la moral no deja de ser un atributo humano, demasiado humano”. En cambio, a Feijóo “se le hizo corto” el cara a cara, incluso subraya que “dominó” la argumentación y la interrupción”, así como las pausas para “anular por completo” a su rival.  

ARTÍCULO BUSTOS

En El Confidencial, sus opinadores de cabecera danzan al son de un Feijóo que asistió a “un suicidio en directo”. Con estas cuatro palabras describe Rubén Amón lo que captaron las cámaras de Atresmedia este pasado 10 de julio. Un artículo en el que compara a Sánchez con Javier Clemente, entrenador de fútbol conocido -amén de por sus exabruptos- por imprimir a sus equipos un extraño gusto por no jugar a dicho deporte e intentar ganar con tretas como un campo regado en exceso para “reducir el terreno de juego”. Sin embargo, sus “interrupciones y su arrogancia” condujeron a Sánchez, según Amón, a erigirse como el “principal rival de sí mismo”.  “El mérito de Feijóo consistió no ya en ponerle un espejo a Sánchez, sino en terminar agotándolo y aburriéndolo. Casi siempre tratándolo con paternalismo y cierta condescendencia, como si la tonsura capilar […] le concediera un cierto aspecto eclesiástico y como si Pedro pareciera un monaguillo”, remató.

RUBÉN AMÓN

Sobre los estilos de ambos reflexiona José Antonio Zarzalejos en su columna de El Confidencial, atribuyendo a Sánchez “una capacidad tóxica que explica la polarización” que el propio jefe del Ejercutivo, según el periodista, ha causado en la sociedad española. De hecho, sostiene que “ha abonado las peores teorías de la antipolítica, dando certidumbre a la percepción de que la gestión pública en demasiadas ocasiones queda en manos de una selección inversa de dirigentes”.

ZARZALEJOS