Este miércoles, el Rey comienza la ronda de contactos con las diferentes formaciones parlamentarias. A las 10:00 horas de este miércoles, José María Mazón, diputado del Partido Regionalista Cántabro (PRC), daba el pistoletazo de salida a las reuniones en Zarzuela a las que, al igual que otros años, no acudirán ni Esquerra Republicana ni EH Bildu.

Sendas formaciones se han excluido de la ronda de consultas una vez más. Los republicanos mantienen su negativa a participar en encuentros con Felipe VI, sobre todo tras los acontecimientos posteriores al 1-O, cuando el Rey emitió un mensaje que indignó a los independentistas.

En las pasadas elecciones generales, tanto en diciembre de 2015 como en junio de 2016, Esquerra Republicana ya se ausentó de las rondas de consultas. Su argumentación se basó en que el Rey no recibió a la que entonces era presidenta del Parlament, Carme Forcadell.

La posición oficial de ERC no reconoce al Rey como "interlocutor válido", sobre todo "después de que no quisiera recibir a Forcadell y más aún tras el 3 de octubre”.

Carácter antidemocrático

En estas mismas líneas se mueve EH Bildu. La formación abertzale considera, en declaraciones a ElPlural.com, que el Rey “representa mejor que nadie el carácter antidemocrático del Estado español”. Además, insisten en que es la máxima expresión de “un estado autoritario que recorta derechos y libertades y niega el derecho a decidir a Euskal Herria y Cataluña”.

Asimismo, el 3 de octubre de 2017 situó a Felipe VI “al frente del bloque más reaccionario del Estado que legitimaba y aplaudía la violencia del 1-O”. Lamentan que el monarca apostara por “reducir, mermar y recortar derechos nacionales y sociales” de quienes tienen como objetivo “la soberanía plena en forma de Repúblicas”.

Ya le dijimos hace ocho años todo lo que teníamos que decirle”, señalan fuentes de Bildu a ElPlural.com. El partido le pidió que “respetara Euskal Herria y que dejara de negar derechos a la ciudadanía vasca”, así como que condujera la situación hacia “la normalización”.

Justifican su postura con que “la oferta del Estado sigue siendo la misma que entonces”, vinculándolo con la “imposición y negación de nuestra realidad como pueblo”. Achacan que Felipe VI no quiere “ni ver ni oír las ansias de libertad de las naciones sin Estado”. Por tanto este motivo no se han reunido con él ni en 2015 ni en 2016 y tampoco lo harán este 2019.