El equipo de Alberto Núñez Feijóo rastrea con especial atención a Alvise Pérez desde el pasado mes de junio, mes de las elecciones europeas. Concretamente, el equipo del líder ‘popular’ se ha centrado en las redes sociales del responsable de Se acabó la fiesta a sabiendas de que son su bastión.

La orden habría llegado directamente del presidente del PP, según adelanta este martes elDiario.es, cuando este se reunió con su escuadra de puertas hacia dentro, y es que de cara al exterior todo era triunfalismo, sin mencionar a otras fuerzas políticas.

Al partido con sede en Génova 13 se le entremezcló su victoria con la incapacidad de saber cómo un exasesor de Toni Cantó pasó a convertirse en la sexta fuerza en votos en una convocatoria estatal y había logrado entrar en el Parlamento Europeo con una experiencia nula y un discurso, por qué no decirlo, prácticamente nulo.

Repetir mentiras hasta convertirlas en verdad. Decir lo que un sector de la población quiere escuchar. Presentarse como mesías ante los problemas. Plantearse como alternativa, aunque radical, ante el caldo de cultivo generado por el descontento político. Así es como Alvise Pérez se presenta. Lo que le hizo acceder a Europa con la marca de la ardilla. Y su principal y único sustento para logarlo: las redes sociales en un mundo cada vez más volátil.

El triunfo político del creador de Se acabó la fiesta es indiscutible. Irrumpió en el Parlamento con tres escaños, superó a Podemos en las urnas y estuvo a punto de hacer lo propio con Sumar. Por el otro lado del tablero, obtuvo la mitad de votos que Vox, a quien en el PP señalan como principal damnificado de aquellos comicios y de la presencia de Alvise Pérez en política, algo que en el partido de Santiago Abascal también creen, aunque no lo verbalicen.

El PP accede incluso a canales negacionistas

El PP se limitó a decir en un primer momento que su objetivo no era otro que el de “convencer” a sus electores perdidos, pero también a los de Vox, a los del PSOE que estuvieran descontentos con las decisiones del partido y a los del propio Alvise de que la “opción de cambio” en España la representan ellos. Así lo dibujó el portavoz del partido conservador, Borja Sémper, en rueda de prensa el día posterior a la llamada de la ciudadanía a las urnas.

El equipo de Feijóo cerró puertas en la teoría, asegurando que a ellos no les afectaba la “parte del tablero” en la que se sitúa Salf (siglas de Se acabó la fiesta), pero en la práctica han hecho por cambiar la estrategia e intentar ajustarla a los nuevos tiempos. O lo que es lo mismo, el PP ha tratado de dejarse ver más en redes sociales.

A pesar del mensaje primero, el gallego anunció que iba a participar en WorldCast, un podcast de un empresario e influencer negacionista que emite mensajes muy similares a los de Alvise Pérez. Aquello, sin embargo, fue una prueba error que se quedó en algo descafeinado y que pasó desapercibido más allá del escenario al que fue el gallego y el rostro que le atendió.

Lo que sí ha hecho el principal partido de la oposición es aumentar su presencia en redes sociales, y es que ahora el PP cuenta con un canal de Telegram en el que publica vídeos de intervenciones de sus representantes. Asimismo, ha aumentado su producción en X, antiguo Twitter, donde ha colgado algunos vídeos de producción.

La última sucesión de imágenes de este tipo consta del pasado 1 de septiembre, cuando subía a su red social un vídeo bajo el eslogan “Tú mañana a trabajar, Pedro Sánchez a seguir disfrutando. Pagas tú”. Aunque hace menos tiempo, el pasado 6 de septiembre, el PP publicó otro en esta línea simulando el noticiario que se emitía durante el franquismo. “LO-DO: noticiario sanchista”, señalaba.

Los 'populares' compran el discurso de la ultraderecha

Donde sí se ha notado el viraje conservador -no es la primera vez que ocurre- es en todo lo relativo a la migración, donde Feijóo copió el discurso de la ultraderecha en su conjunto para condenar que el gobierno de Pedro Sánchez está favoreciendo un “efecto llamada”.

No obstante, el que fuera presidente de la Xunta se hizo un lío en sus críticas al pedir exactamente lo mismo que Sánchez en esta materia. En concreto, el gallego defendió que “necesitamos inmigrantes regulares en España”, algo que el presidente del Gobierno amparó coincidiendo con su visita a Mauritania. Feijóo se limitó a decir en una entrevista en Onda Cero que no coincidía con el líder del Ejecutivo, sino con cualquier persona sensata que se acerque a las necesidades objetivas de un país”.

En cualquier caso, la evidencia recae una vez más sobre el responsable gallego, que se ve inmerso en la encrucijada de competir con Vox y ahora una fuerza más al lado del tablero sin saber muy cómo diferenciarse -o si acercarse para atraer ese electorado- y con personas fuertes dentro del propio PP que, como Isabel Díaz Ayuso, no tienen ningún problema situarse en el ala dura de los de Génova 13.