El martes 3 de febrero, Tania Sánchez prometió que no acabaría en Podemos. Ese día, la por aquel entonces diputada de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid reunió a sus colaboradores más cercanos en la Agrupación madrileña de IU – Retiro. En esta reunión secreta (que no transcendió a la prensa y en la que todos los presentes acordaron desprenderse de sus teléfonos móviles para que nadie tuviese la tentación de grabar lo que allí se decía), Sánchez les explicó que su situación en el partido de Cayo Lara era “insostenible” y que por ello había decidido abandonar la formación política de toda su vida. Explicó que era una decisión dolorosa, pero que no tenía otra opción tras llevar semanas sufriendo una “durísima campaña de descredito” por parte de la dirección de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid.

El temor de sus colaboradores
No fueron pocos los que en esa reunión expusieron sus dudas respecto al plan trazado por Sánchez. Artífices del triunfo que meses atrás Sánchez cosechó en las primarias abiertas que Izquierda Unida celebró para elegir sus candidatos madrileños, todos ellos expresaron su temor a que la abrupta decisión les llevase a desaparecer del mapa político.

La promesa de Sánchez
Sánchez les convenció de que no sería así exponiendo al dedillo sus planes de crear a lo largo y ancho de toda la Comunidad de Madrid candidaturas unitarias sumando las siglas de diferentes partidos políticos progresistas, pero en ningún momento diluyéndose en Podemos. De ahí que la exdirigente de Izquierda Unida fuera tan tajante a la hora de asegurar públicamente que no cambiaba un carnet (el de IU) por otro (el de Podemos). “No vamos a ningún sitio”, ha repetido en multitud de ocasiones desde entonces.

Ayudando a “su gente”
En todos estos meses, Sánchez ha trabajado incansablemente para cumplir la palabra que en su día dio a sus colaboradores más cercanos. Así, ha apuntalado candidaturas de convergencia en muchos municipios madrileños en los que “su gente” concurrirá a las próximas elecciones municipales a través de “partidos instrumentales” de los que también forman parte militantes de Podemos y de otras formaciones minoritarias de izquierdas.

No ha convencido a Podemos
Sánchez también ha conseguido aglutinar bajo su paraguas a Equo, el sector socialista Gana Madrid y Por un Mundo Más Justo. Sin embargo, ha sido incapaz de convencer a Podemos de la necesidad de concurrir “de igual a igual” a las próximas elecciones de la Comunidad de Madrid. Su plan saltó en pedazos el pasado martes. Su intención no era otra que un 10% de los militantes de Podemos apostaran por concurrir a las autonómicas en una lista de unidad popular. Esta posibilidad, contemplada en los estatutos de la formación de Pablo Iglesias, le abría la posibilidad de presentarse a la Presidencia de la Comunidad de Madrid sin incumplir su palabra de no pasarse a Podemos.

Mal momento para el partido de Iglesias
Pero el pasado martes, los dirigentes de Podemos rechazaron esa posibilidad. Conscientes de su retroceso en las encuestas, tocados por el caso Monedero y por la polémica en torno a la beca de Iñigo Errejón y en plenas elecciones andaluzas, el partido de Pablo Iglesias no consideró oportuno presentar como cabeza de cartel a la excandidata de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid. Y menos en un contexto en el que sus máximos adversarios políticos se han reforzado apostando por dos pesos pesados y sin mochila a sus espaldas para concurrir a los próximos comicios regionales: Ángel Gabilondo por el PSOE y Luis García Montero por Izquierda Unida.

Tensa reunión con Podemos
Podemos, que presentará al experto en asuntos sociales José Manuel López como su cabeza de lista a la Comunidad de Madrid, no quiere más líos internos y mucho menos mediáticos. Así se lo comunicaron a Sánchez en una tensa reunión que a punto estuvo de deteriorar las excelentes relaciones que la exdirigente de IU mantiene con los dirigentes de Podemos (todos ellos llevan años trabajando de forma conjunto, por ejemplo a través de La Tuerka).

Las tres salidas de Tania
En este contexto, Tania Sánchez sólo tenía tres salidas: incumplir su palabra y recalar en Podemos, echarse el mundo por montera y presentarse bajo las siglas de un nuevo partido aún a riesgo de no obtener los votos necesarios y poder desaparecer del mapa político (también en contra de lo que le había prometido a sus colaboradores más cercanos), o dar un paso atrás y alejarse temporalmente del foco mediático. Pese a reconocerse a sí misma como “una política dura, incluso temeraria”,  Sánchez optó por la decisión “más sensata”.

La elección…
Este domingo, llegó a un acuerdo con Podemos para ir juntos en la Comunidad de Madrid. Su gente participará en unas primarias conjuntas con la formación política de Pablo Iglesias para confeccionar las listas que se presentarán a las elecciones autonómicas de mayo. Pero ella “no participará en este proceso de primarias, aunque seguirá trabajando por la unidad popular y por el cambio en Madrid”.

… y su renuncia
De este modo, Sánchez cumple la palabra que en su día prometió en la Agrupación de IU -Retiro . Ni se va a Podemos ni permite la desaparición del mapa político de las personas que le han apoyado en todas las batallas políticas en las que ha estado inmersa. Renuncia, eso sí, a intentar convertirse en la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid.

El futuro de Tania
A cambio se le abre un panorama repleto de oportunidades. En los próximos días participará como ciudadana de a pie en las primarias de Podemos, pedirá en las principales tertulias en las que participa el voto para la lista de consenso que el partido de Iglesias presentará en la Comunidad de Madrid y esperará el dictamen de las urnas. Para entonces, ya será “libre” de poder integrarse en el partido político que estime oportuno. A este respecto, desde su entorno más cercano ya la ven en el Congreso de los Diputados. “Queda Tania para rato. Pudo ser la candidata de IU a la Comunidad de Madrid pero renunció en base a sus principios. Cumplió su palabra y no se presentó por Podemos renunciando a su sueño. En noviembre, ya nadie le podrá reprochar sus ganas de seguir haciendo política, aunque sea como diputada nacional y bajo las siglas de Podemos”.