La actual presidenta de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid, Carmen Cafranga, y otro de los cinco miembros del actual patronato, Antonio Cámara, aparecen en la relación de directivos de la entidad que disponían de las tarjetas corporativas para gastos personales y cuyos movimientos pudieron ocultarse a Hacienda. Se da la circunstancia de que ambos cargos son amigos personales de José María Aznar, lo mismo que el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa. Antonio Cámara llegó a ser el secretario personal del expresidente popular.

175.000 euros cada uno
Ambos cargos habrían gastado, cada uno, 175.000 euros con sus respectivas tarjetas. La Fundación de Caja Madrid ha contestado a las preguntas de Eldiario.es, que adelanta este jueves la información, que hasta el momento no ha reclamado el dinero a sus directivos, porque se están "realizando actuaciones de comprobación sobre este particular y hasta que no se finalicen no se tomará una decisión al respecto".

La Fundación no demuestra mucho interés en reclamar el dinero
En su informe entregado a la Fiscalía Anticorrupción, Bankia informa que puso en conocimiento de la Fundación los hechos antes del 25 de junio, por lo que ha tenido tiempo suficiente de reclamar los fondos. Hay que resaltar el hecho de que el FRON entiende que es Bankia la que debe pedir el dinero del que disfrutaron, presuntamente de manera irregular, los altos cargos de la entidad bancaria, entre ellos las personas que todavía hoy continúan administrando la Obra Social.

En la etapa de las tarjetas ‘black’ para Hacienda, entre 2003 y 2012, Carmen Cafranga era consejera de Caja Madrid y Cámara formaba parte de la comisión de control.

86 consejeros y directivos
La Fiscalía Anticorrupción ha visto indicios de delito en el presunto uso irregular de las tarjetas de crédito que manejaban 86 consejeros y directivos de Caja Madrid, entre ellos los expresidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato, para fines privados, por un monto total de 15,5 millones de euros, entre 2003 y 2012.

Los correos de Blesa desvelaron las tarjetas “black”
En los correos del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, requisados en su momento por el juez Silva, se hacía referencia a las tarjetas “black a efectos fiscales”, es decir, ocultadas a Hacienda. Estos pagos eran aprobados personalmente por el presidente de la entidad, y ni la Comisión de Retribuciones conocía las condiciones de todos los titulares de esas tarjetas.

El derroche: supermercados, ropa, dinero en efectivo
La Fiscalía parte de un informe elaborado por Bankia, que concluye que 86 consejeros y directivos de Caja Madrid pudieron usar tarjetas de empresa para hacer frente a pagos personales, como “compras de alimentación, grandes superficies, ropa o retiradas de efectivo”, según adelanta Expansión. Según el desglose de gastos, los pagos en restaurantes ascendieron a tres millones de euros; en viajes y hoteles, a 2,5 millones; y en disposición de dinero en efectivo, a dos millones.

Uno de los consejeros admite que "no había ningún control"
Una de las personas que hicieron uso de la tarjeta como miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid y exteniente de alcalde en el Ayuntamiento Ignacio del Río ha admitido, hoy, en la SER que “no había ningún control” sobre los gastos.