El clima de tensión en el Partido Popular ha llegado también a uno de los lugares donde la actual dirección de Pablo Casado, tras dos elecciones generales, podía esperar cierto apoyo: el Congreso de los Diputados. En concreto, varios diputados gallegos han publicado al unísono en sus redes sociales un manifiesto donde exigen la dimisión de Casado y su equipo, la elección de una gestora y la convocatoria de un Congreso para elegir a un nuevo líder. Una reacción que se ha contagiado a todo un vicesecratario de Génova, del núcleo duro de Casado, como es Jaime de Olano, diputado por Lugo pero responsable de participación de la dirección nacional, que se ha sumado a la oleada unas horas después. Por otro lado, varios de los dirigentes del Grupo Parlamentario Popular han firmado un documento en el que piden la destitución fulminante de Teodoro García Egea. 

Entre los rebeldes en la bancada del PP está Marta González Vázquez, diputada por A Coruña y portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular. También Ana Vázquez, diputada por Ourense, famosa por sus intervenciones como portavoz de Interior y secretaria nacional de Emigración. A ellas se ha sumado Javier Bas, diputado por Pontevedra y exalcalde de Redondela. También la diputada madrileña, Pilar Marcos, quien desde el viernes ya había mostrado sus cartas a favor de Isabel Díaz Ayuso. A ellos se ha sumado horas después Jaime de Olano, el vicesecretario de Participación de Génova y diputado por Lugo. 

 

El decálogo promovido por los gallegos

En su decálogo, los diputados piden a Génova “convocar de forma urgente a los integrantes del Comité Ejecutivo nacional” que designe “una dirección provisional” que se haga cargo del partido “hasta la celebración de un congreso”. Además, reclaman que “el periodo de transición debe ser lo más corto posible”.

“El actual contexto exige decisiones extraordinarias y dolorosas, que permitan recuperar la confianza y unidad interna para poder ofrecer la alternativa al gobierno de Pedro Sánchez que España se merece”, añade el comunicado.

“La reciente imagen proyectada tampoco es acorde al compromiso y sacrificio de tantos afiliados y simpatizantes”, señala el comunicado, y añade que “ver manifestarse a una parte de la militancia ante la sede nacional de nuestro partido es la más triste ilustración de que se ha fallado. El partido tiene que disculparse por ello”.

Los herederos de Álvarez de Toledo

En paralelo, el Grupo Parlamentario Popular ha saltado por los aires y se ha partido en dos, con la ofensiva iniciada por los herederos de Cayetana Álvarez de Toledo cuando era su portavoz. El documento de tres puntos exige la "destitución inmediata" y de manera "urgente" de Teodoro García Egea y, aunque declara la "lealtad" al presidente del PP, exigen la convocatoria de un "congreso extraordinario" para elegir "a las personas que deberán dirigir este Partido".

Es llamativo que el documento no tiene la firma de su principal miembro, la portavoz Cuca Gamarra. Pero sí la citan a ella y a la "vicepresidenta segunda del Congreso", Ana Pastor, y les ofrecen su respaldo a las críticas que hicieron ayer en la reunión de la dirección de Génova. Quien sí firma es Pablo Hispán, el que fuera jefe de gabinete de Pablo Casado hasta hace unos meses. También Adolfo Suárez Illana, una apuesta personal de Casado al que premió con un puesto remunerado en la mesa del Congreso, pero discreto ante sus salidas de tono. Otros firmantes son el diputado Mario Garcés, quien se había mantenido en silencio, pero ahora ha difundido el comunicado con una dura frase: "Ni un día más. Pido el cese inmediato de Teodoro García Egea y la convocatoria urgente de un Congreso Extraordinario. Y pido que nos sumemos todos. Es el final de una forma indeseable de hacer política en manos de una persona que nunca debió ser Secretario General del PP".

Aunque uno de los más llamativos es el tuit de Guillermo Mariscal, secretario general del Grupo Parlamentario Popular y uno de sus mayores responsables. Él publicaba el documento sin apostillas, pero ya se encargaba de ello quien fuera su jefa, Cayetana Álvarez de Toledo, quien retuiteaba el mensaje y añadía esta frase, tomándose la revancha: