A las 11:30 estaba previsto que arrancase el cónclave más importante de la historia de Ciudadanos, el que dirimirá el futuro de la formación y en el que se buscará la supervivencia de un partido malherido. La Ejecutiva naranja se ha cobrado sus dos primeras víctimas. Carlos Cuadrado y José María Espejo, dos miembros de la guardia pretoriana de Inés Arrimadas, han dejado sus cargos como vicesecretarios liberales. 

Sobre Cuadrado y Espejo reposaba la estrategia de la formación, que se ha granjeado innumerables críticas desde hace meses y, sobre todo, tras las elecciones catalanas y el fracaso de la moción de censura en Murcia. Ambos han comunicado su decisión a Inés Arrimadas en las horas previas a la celebración de la Ejecutiva de Ciudadanos. 

Remodelación importante

Se trata de los primeros cambios en el organigrama liberal, pues se prevé que la presidenta del partido anuncie una remodelación de su círculo más próximo. De hecho, según han avanzado diversos medios, a la Ejecutiva se incorporarán otras voces discordantes con la cúpula, como la de Toni Cantó, quien ha responsabilizado a la propia Arrimadas de la "bochornosa" situación del partido. 

El boceto que maneja la cúpula naranja es que se produzca una remodelación sustancial y visible para hacer frente a una nueva etapa en el tortuoso camino de Ciudadanos, que se debatirá entre la resistencia y la extinción. 

También se espera que la reunión de los pesos pesados del partido desemboque en el nombramiento de un nuevo portavoz, responsabilidad que a todas luces recaería sobre el emergente Edmundo Bal. Según El Confidencial, varios dirigentes apuntaban a Toni Cantó para la portavocía del partido, aunque sus desencuentros con Arrimadas lastran sus opciones.