El PP podría haberse ahorrado a Vox si hubiera previsto el juego que iba a darles Cayetana. No hubieran necesitado las barbaridades de Ortega Smith, ni los exabruptos de Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, ni la expresión acerada de Santiago Abascal para meter miedo. Con Cayetana Álvarez de Toledo hubieran tenido suficiente. La diputada y responsable del área internacional de FAES se las apaña sola para arremeter contra propios y extraños, ciega a la realidad y casi siempre ajena al respeto y a la cortesía, con una expresión que intenta imponer.

Pero esa ceguera en los ataques trae problemas incluso a los de casa. El último episodio de la XIII marquesa de Casa Fuerte ha levantado ampollas en un aliado fundamental para el Partido Popular, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo. Acostumbrada a no medir sus palabras, la portavoz popular en el Congreso realizó un análisis de situación poco afortunado en el transcurso de una entrevista en El Correo: "Cuando ETA mataba era un momento terrible desde el punto de vista humano,” dijo, y añadió:  "el momento político actual es más difícil."

Tan peregrina y desafortunada comparación obtuvo la respuesta indignada e inmediata de Consuelo Ordóñez, hermana del concejal Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA hace casi 25 años. La presidenta de COVITE, sucinta, pero rotunda: “¿Dónde estabas tú, Cayetana, cuando ETA nos mataba?”. Las redes sociales se inflamaron apoyando a Consuelo Ordóñez frente a la atrevida Cayetana. El periodista Xavier Sardá, remató el asunto con tono irónico: “…que la Primera Guerra Mundial fue muy jodida, pero que esta situación es peor”.

Con una incontinencia verbal rayana en el insulto, Cayetana Álvarez de Toledo ya había soltado otra colección de perlas dedicadas a Pedro Sánchez. Etiquetó de “gobierno de sedición” al próximo ejecutivo, “tutelado por un delincuente condenado a 13 años y apoyado por los filoterroristas”. Todo ello dicho en Bilbao en un acto en defensa de la Constitución, en el que también aseguró que el PSOE se había convertido en una fuerza reaccionaria más y que los valores de la izquierda republicana (libertad, igualdad y fraternidad) ya no son socialistas, sino que quien mejor los representa, hoy por hoy, es el Rey.  

Así las cosas, bien haría Pablo Casado en poner freno a la elocuencia de su número dos o en caso contrario, jubilar a Vox del proyecto de futuro de una derecha concentrada en los valores más rancios, involucionistas y extremos: con Cayetana el PP no necesita a la formación de ultraderecha. Y en cuanto a los elogios hacia la corona, majestad, tenga usted cuidado, que con esta señora nunca se sabe. De momento le conceptúa como depositario de los valores de la izquierda. A partir de ahí, puede acabar acusándole de cualquier cosa.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com