La gran noticia para 'El Mundo' de este sábado, 30 de junio, es que el duque de Alba casó a Manuela Carmena. Obvia que el entonces jesuita era todo un referente del progresismo religioso



Manuela Carmena es el objetivo. Todo vale con tal de desprestigiarla. La campaña la inició Aguirre acusándola de amiga de etarras y algunos siguen tentados de ir contra la jueza que está a punto de convertirse en la próxima alcaldesa de Madrid. El Mundo saca a la luz un detalle del pasado de Carmena que, según el diario, tendría que haber ‘confesado’ durante la campaña. En 1967, a ella y a su actual marido, Eduardo Leira, les casó el jesuita Jesús Aguirre, entonces cura de la Ciudad Universitaria que luego se convertiría en duque de Alba.

Una "insólita conexión"
El asunto no tiene más interés que el de conocer detalles de la vida de Carmena, hoy en el centro de la actualidad y el dato curioso de que el sacerdote que la casó fue quien iba a ser marido de la duquesa de Alba. Pero El Mundo le da un toque de ‘pecado’, de “insólita conexión” entre la jueza izquierdista y el cura, que para más inri terminó en la nobleza.

El secreto mejor guardado
“Manuela Carmena (71 años) ha guardado un secreto bajo llave durante toda la campaña. Una historia que sólo conocen sus más allegados. Un episodio que ha podido mantener al margen de estriptease mediático al que se ha visto sometida tras dar la campanada el pasado domingo”. Así comienza la crónica de El Mundo, que hace luego un relato detallado del devenir de la pareja Manuela y Eduardo hasta su matrimonio.

Les casó en nombre de los hombres
El diario reconoce, no obstante, que el cura jesuita casó a la pareja “en nombre de los hombres” y no de Dios, como le habían pedido, y que les resultó imposible casarse por lo civil en aquellos tiempos, aunque lo intentaron.

“Nos recibió con una blusa de lunares atada a la cintura y nos dijo que intentar casarse en la España de aquel momento por lo civil era un disparate. Que era un lío tremendo porque teníamos que apostatar, renunciar a nuestra fe cristiana porque estábamos bautizados. Nos pidió que viésemos la boda religiosa como un mero trámite. Nos dijo: no hagáis el tonto. Finalmente aceptamos que fuese el árbitro de nuestra boda a cambio de una condición: que en vez de casarnos en nombre de Dios lo hiciese en nombre de los hombres”, ha narrado el propio Eduardo Leira a El Mundo, tras ser consultado sobre este capítulo de su vida.

Aguirre fue un referente del progresismo religioso madrileño
Si ya de por sí debiera carecer de trascendencia que a la candidata de Ahora Madrid la haya casado un cura, y, además, jesuita, en la década de los 60, la intención de El Mundo pierde aún más fuerza si se recuerda quién era Jesús Aguirre. El escritor Manuel Vicent lo describe así en su libro: "Aguirre, el magnífico":

“En aquel momento yo creía que Jesús Aguirre era cura y esperaba verlo con sotana o alzacuello de clergyman, pero lo encontré muy visual con chaqueta blanca, corbata de seda natural llena de elefantes con la trompa alzada, un chal sobre los hombros color fucsia y media melena que le cubría las orejas, símbolo de la modernidad progresista de la época”.

En opinión de Vicent, explica el prólogo del libro, publicado por Alfaguara, Jesús Aguirre “era un clérigo fino que se hacía pasar por jesuita, aunque sólo era un cura secular, que había estudiado teología en Múnich. Pero ya en esa época constituía un referente cultural del progresismo religioso madrileño y debía su fama a una lengua mordaz que lanzaba contra sus enemigos y a sus sermones en la iglesia de la Universitaria que al parecer no se entendían nada pero que resultaban muy osados”. Como se ve, todo un hombre de la Iglesia sin ninguna conexión con Manuela Carmena, entonces ya una firme activista contra la dictadura.