El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, de nuevo es noticia por una polémica ultraconservadora. Sanz no solo rehuye la polémica, sino que se ve cómodo en ella y no duda en alimentarla de opiniones personales, donde normalmente arremete contra el Gobierno e incluso muestra un posicionamiento próximo a la ultraderecha de Vox. En esta ocasión, el arzobispo ovetense ha decidido mostrar públicamente su opinión sobre la inmigración o las estadísticas sobre pederastia y lo que ha dicho no ha sido sorpresa para nadie.

En una entrevista concedida a Infovaticana y publicada en dos partes, como si de una miniserie de terror se tratara, suaviza el posicionamiento de la Iglesia al abordar los casos de pederastia, al remitirse a la estadística de la Fundación Anar que calcula que no superan el 0,2%, y se pronuncia sobre otros temas como el cambio climático, la Agenda 2030 o insiste en que es imposible la regularización de 500.000 inmigrantes en España, como recoge la Iniciativa Legislativa Popular, porque “aquí no caben todos”.

En dicha entrevista, el arzobispo ultra se reafirma en que nuestro país no puede acoger a la totalidad de los inmigrantes que llegan de forma irregular: “Caben los que caben y no podemos decir buenistamente, sin fronteras, que vayan pasando porque no caben físicamente todos”.

Se muestra partidario de fijar criterios para decir cuántos se pueden admitir y con qué reglas del juego: “Si una ley que lo regula en este sentido, lo apoyamos. Ahora, no cayendo en esa especie de populismo acogedor que termina recogiendo lo que no deseamos”, insiste.

“Dentro de esta especie de apertura buenista, se nos puede colar gente que son indeseados. Porque vienen con su carnet terrorista, porque vienen con su tráfico de cosas, tráfico de blancas, tráfico de drogas, tráfico de armamento etc…”, contesta sin tapujos, relacionando una vez más inmigración con delincuencia, tal y como hacen los partidos de la derecha, incluido el líder popular, Alberto Núñez Feijóo esta misma semana.

Los casos de abusos sexuales en la Iglesia

Sus propias cartas pastorales en la que se abordaban estos casos que tanto daño están haciendo a las víctimas por la prácticamente nula colaboración de la institución, las encabezaba con el titula "la matraca acusadora", colocando a los victimarios como las auténticas víctimas.

“Este Gobierno desentierra muertos, traslada a difuntos y hace amenazas y siempre tienes el comodín de la Iglesia que en un país como España tiene un pequeño recorrido. Por tanto, esta especie de focalización tiene como trasfondo la distracción y el despiste. Pero yo criticaba esta especie de estribillo, dice, porque me parece profundamente injusto. Si lo que nos importa, y así debería ser, son las víctimas de este crimen deleznable, deberíamos atender a todos y a todo aquello que ha cometido el delito, el crimen y el pecado”.

Pero Sanz profundiza aún más y asegura que se está focalizando el tema de una forma errónea, tras aparecer en la estadística de la Fundación Anar como que la pederastia formaba tan solo el 0,2% de los casos, lo que le ha servido para sacar pecho incluso: “Con ese 0,2%, si realmente te interesan las víctimas y no la focalización de algunos victimarios, deberías dar una respuesta y crear cauces para el 100%. Por tanto, el que se centren en el 0,2 que representamos los hijos de la Iglesia y omitas el 99,8%, eso tiene una intencionalidad política e ideológica de distracción y despiste”, argumenta.

Arremete contra el cambio climático y la agenda 2030

El arzobispo también tiene cuerda para hablar de uno de los mayores problemas del ser humano, el Cambio climático. Mantiene que este gran problema corresponde a una explicación “puramente física de las cosas que suceden de nubes para abajo y tiene su interrogante” y recuerda que hay escuelas ecologistas que lo ponen en duda, dando alas al discurso más negacionista propio de la extrema derecha conspiranoica.

“Que haya personas de la Iglesia, en general, que estén apoyando el cambio climático y que hagan incluso del cambio climático una cita indispensable, casi casi magisterial, nos parece que es un exceso y puede ser muy arriesgado”, explica.

“Lo esencial es el santo Evangelio, es el anuncio del reino, es la salvación de las almas, es la buena noticia de la paz cuando dejamos que la gracia de Dios nos abrace. Esas son las cosas que tenemos que proclamar. Ahora, caer nosotros en los estribillos de la agenda 2030, entre ellas del cambio climático, pues me parece que es un chantaje. Es un chantaje que nos desenfoca de lo que propiamente debe ser el foco de nuestra propuesta salvadora desde Jesucristo resucitado”, concluye.

Síguenos en WhatsApp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes