Tras más de hora y cuarto de reunión, Inés Arrimadas desfilaba por la sala de prensa del Congreso de los Diputados para valorar su encuentro con el presidente del Gobierno en funciones. La dirigente naranja ha asegurado que la vía constitucionalista sigue abierta, aunque considera que Sánchez utilizará a Casado para evitarla y “viceversa”.

Inés Arrimadas ha mantenido, durante toda la comparecencia, que está de acuerdo con Pedro Sánchez. Sin embargo, la dirigente de Ciudadanos ha matizado que se trataba del “Sánchez de hace cuatro semanas”, cuando aseguró que le daba pavor tener a Pablo Iglesias en el organigrama del Ejecutivo.

Dijo que no dejaría dormir a los españoles y estoy de acuerdo”, ha sentenciado la dirigente centrista, quien ha recalcado que “no podemos darle apoyo a un gobierno radical” como el que pretende formar con Unidas Podemos. A este respecto, Arrimadas ha acusado a los morados de comprar las tesis nacionalistas de ERC.

Con el Pedro Sánchez de hace cuatro semanas estaba de acuerdo”, ha subrayado una vez más Inés Arrimadas, quien ha abogado por la “vía del constitucionalismo”. Asegura que “tenemos la obligación moral a buscar una alternativa” porque PP, PSOE y Ciudadanos suman 221 escaños.

Las condiciones de Ciudadanos

Arrimadas le ha presentado un proyecto con “cuatro bases” a Pedro Sánchez para abrir la vía constitucionalista. La dirigente naranja ha explicado que se trata de garantizar la investidura. A su vez, le ha trasladado al presidente del Gobierno que las leyes las aprobarían “sólo los partidos constitucionalistas”.

Otro de los puntos de este documento se vincula a una reforma de la ley electoral. Ha recuperado uno de los deseos de Albert Rivera mediante el que pretenden limitar la entrada de fuerzas nacionalistas al Congreso. Es decir, Arrimadas propone que se establezca una frontera de votos para obtener un escaño, aunque no ha concretado cuál sería. Eso sí, ha especificado que “entre el 3 y el 4% estaría bien”.

La crisis también tenía cabida en este documento de los naranjas. Le ha rogado a Pedro Sánchez que la recesión “no vuelva a recaer en la clase media” y le ha pedido que no se suban los impuestos. Por último, ha propuesto la aprobación de un Plan Nacional por la Educación para evitar que las leyes educativas varíen con el color del gobierno de turno.

Relacionado El 'efecto Arrimadas' no evita el hundimiento de Ciudadanos

El PP tendrá que sentarse

Si bien Arrimadas ha puesto la pelota en el tejado de Pedro Sánchez, no ha dudado en intentar meter presión a sus socios del Partido Popular. Considera que la “vía del 221” la anhelan gran parte de los votantes de la formación conservadora así como algunos barones que no han escondido sus predilecciones al respecto.

Nadie me puede decir que es más factible un acuerdo con todos los nacionalistas que sumar PP, PSOE y Ciudadanos”, señalaba en rueda de prensa la dirigente naranja. En este sentido, y en respuesta a Pablo Casado, le ha rogado al líder popular que “no le dé excusas” a Pedro Sánchez.

Arrimadas comparte que es Sánchez “quien tiene que dar el primer paso”. No obstante, le ha insistido en que, en el momento en el que el presidente del Gobierno se abra a esta vía, “el PP tendrá que sentarse”. “Lo hemos hecho en Europa. Socialdemócratas, liberales y conservadores hemos dejado de lado a nacionalistas y populistas”, sentencia la dirigente naranja.

La dirigente liberal considera que Casado “quiere que hagamos vicepresidente a Iglesias” y duda de que eso le guste a los votantes del Partido Popular. Precisa que “Sánchez y Casado se van a utilizar para evitar la vía del 221” y mantiene que su apuesta es “por la estabilidad” de la legislatura y no por la investidura.