En redes sociales, la noticia de este miércoles ha radicado en lo sucedido a las puertas del Congreso de los Diputados: la agresión de Bertrand Ndongo al periodista Antonio Maestre. Todo ello coincidiendo prácticamente en tiempo y forma con la aprobación en la Cámara Baja de limitar el acceso a agitadores ultra acreditados como prensa.

Tras la rápida difusión en redes sociales del vídeo de la agresión del afín a Vox contra el conocido periodista, éste último, a través de su canal de Telegram, ha vuelto a pronunciarse en la tarde de este miércoles para condenar la “violencia fascista”.

“Esta mañana he denunciado una agresión de Bertrand Ndongo a mí cuando intentaba entrar en el Congreso. Este es el último de los sucesos que se vienen sucediendo por parte de estos escuadristas, que no son periodistas, son camisas negras de la ultraderecha, porque Ndongo fue militante y asesor de Vox”, ha comenzado señalando en el vídeo de más de dos minutos de duración.

A renglón seguido, ha continuado señalando que estos agitadores se dedican a “acosar y agredir y utilizar la violencia política contra todos aquellos que no piensan como ellos, aquellos que identifican como más peligrosos para sus intereses”, situándose como uno de los afectados.

Sobre el episodio de este miércoles, Maestre reitera todo lo que se ve en las imágenes que han trascendido: Ndongo se coloca a su lado, “invade su espacio personal”, le coloca el micrófono y la cámara cerca del rostro y llega a empujarle. “Nos ha tenido que separar la Policía, yo me voy a seguir defendiendo de esta escoria fascista que intenta amedrentarme”, ha avanzado.  Pese a estas situaciones, el periodista ha garantizado que se mantendrá firme: “Voy a seguir yendo a hacer mi trabajo sin que esta gente me amedrente”, ha dejado en claro.

No obstante, ha situado otro episodio aun “más grave” que sucedió a principios del mes de mayo y por el cual tuvo que denunciar ante la Policía Nacional por “el intento de agresión de un líder neonazi”.

Maestre ha venido defendiendo que seguirá ejerciendo la labor periodística con un “discurso antifascista”, anticipando que “no le da miedo”: “No vais a impedir que siga haciendo mi trabajo, ni en mi casa. Podéis ponérmelo difícil, porque me genera dificultades en mi día a día, pero no vais a conseguir que deje de hacer mi trabajo o mi vida. Escoria fascista como vosotros ha habido antes y han sido mucho mejores y más listos y peligrosos. Tenemos suerte, porque tenemos los nazis más lerdos de la historia, que sois vosotros”, ha terminado.

Límite al acceso de ultras al Congreso

Bajo este telón de fondo, cabe reiterar que este martes se aprobó en el Congreso la iniciativa de introducir un régimen sancionador con infracciones leves, graves y hasta muy graves a periodistas acreditados que vulneren las normas de convivencia en la Cámara, además de que se otorgan nuevos criterios para renovar o suprimir acreditaciones de prensa.  

Los perfiles bajo la lupa son, precisamente, los de Bertrand Ndongo o Vito Quiles, quienes han protagonizado en los últimos tiempos intervenciones polémicas en ruedas de prensa a distintos diputados de formaciones de izquierda y del Gobierno central.

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