No han sido pocas las críticas al Ministerio de Igualdad por haber incluido en el borrador de la ley del aborto -que llegará al Consejo de Ministros el próximo martes- las bajas para las mujeres que sufran una dolorosa menstruación. Una de las más comentadas en redes sociales ha sido la del líder de Más País, Íñigo Errejón, quien en su cuenta personal de Twitter ha razonado que se trata de una cuestión de género que evidencia la estructura machista imperante.

“Si los hombres tuviéramos la regla esa baja habría llegado hace décadas. Ese es el problema”, ha aseverado Errejón de forma escueta, pero certera.

No ha sido esta la única respuesta a las críticas. La delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, también ha respondido. A su juicio, si el Estado se encarga de estas, los empresarios no la podrán ver como algo discriminatorio para la mujer.

Rosell ha sido preguntada, en rueda de prensa, por el contenido de este anteproyecto de ley que, previsiblemente, se aprobará en el Consejo de Ministros del martes en primera lectura.

La delegada ha respondido a este tema a pesar de que, según ha indicado, esto no implique que la medida se encuentre incluía den la norma. De hecho, ha indicado que la reforma sigue en "negociación dentro del Gobierno" y se ha negado a comentar su contenido porque, según ha indicado, no puede "afirmar un extremo que pueda variar" luego. El propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado este jueves que la baja de las mujeres por la menstruación está "en discusión" en el Gobierno.

Lo que sí ha destacado Rosell en su intervención es que, con esta iniciativa, el Gobierno está "instalando por primera vez en la opinión pública" los "términos de buen trato" en la medicina obstétrica y ginecológica, así como "la pobreza menstrual".