Tras la avalancha de recusaciones que se han presentado contra Manuel Marchena por los políticos presos en el ‘procés’ que recaen en el contenido de los WhatsApps enviados por Ignacio Cosidó, portavoz del PP en el Senado, a más de 140 senadores populares, fuentes jurídicas han informado a El Confidencial que la Sala de lo Penal que el propio acusado dirige, descarta rechazar las alegaciones y entrará a fondo del asunto.

Por eso, y de manera previsible, Francisco Monterde será nombrado instructor de las recusaciones. Él será el encargado de decidir si la solicitud se eleva a la sala competente para examinar este tipo de reclamaciones, la del 61. Mientras el procedimiento se tramita, Marchena quedará apartado del procedimiento y le sustituirá en la presidencia del tribunal el magistrado de mayor antigüedad, Andrés Martínez Arrieta.

Arrieta iba a ser el juez designado para juzgar el procés independentista cuando Marchena aparecía en las quinielas como el magistrado que se pondría al frente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial. Ahora, las recusaciones de los líderes independentistas le devolverán a ese puesto, al menos de manera temporal. 

Ahora han sido Oriol Junqueras, Raul Romeva, Jordi Sánchez, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Cuixart quienes han reclamado que Marchena se aparte, para que no juzgue el procés ni redacte la sentencia con el objetivo de garantizar “un proceso público en plena igualdad y con todas las garantías”. Las defensas de los acusados incluso piden que Ignacio Cosidó declare como testigo sobre la recusación de Marchena tras sus mensajes celebrando la elección de Marchena como presidente de los jueces.